Dentro de las múltiples actividades programadas por la CNT en su primer Centenario (1910-2010), hay una gran diversidad de propuestas: libros, exposiciones, conferencias y debates, teatro, … No podía faltar la música (comenzaron los actos en enero con sendos conciertos de flamenco y de rock) y, dentro de ese apartado, no podían faltar unos personajes que nos cantan/cuentan la vida a su manera. Con una canción nos denuncian la represión, la dictadura o la especulación. Con otra nos rescatan a un poeta, nos enseñan a “oírlo” con otros ojos. Con otra, en fin, nos enseñan su interior, nos hacen una radiografía de la actualidad o juegan con el lenguaje para criticar, para reírse o para reivindicar. Son los cantautores. Los nuevos juglares.
Suelen ser incómodos con el poder y algunos fueron asesinados, como Joe Hill o Víctor Jara. Otros encarcelados, silenciados, ninguneados. A veces utilizados como bandera y aparcados después. Algunos, curtidos en mil batallas, aún siguen. Sin cambiar de bando. Sin abandonar la lucha por la poesía y la libertad. Otros, más jóvenes, se suman y relevan a generaciones anteriores, continuando o adaptando la pelea a los tiempos que viven.
La CNT quiere presentar este Festival de Cantautores, como ya lo hizo con El Cabrero, como un doble homenaje. De la Confederación Nacional del Trabajo hacia esos luchadores por la libertad y la cultura, y de ellos hacia una organización que cumple cien años en lucha por lo mismo.
Para esta ocasión, contamos con una interesante variedad de músicos y estilos:
El primer día, 28 de abril, contamos con Emiliano Domínguez “Zapata”, joven cantautor andaluz, un punto rockero, versátil y precoz, que canta a poetas como Lorca, Benedetti, León Felipe o García Calvo, criado en un ambiente de músicos y poetas (es hijo de Elena Bermúdez y José Domínguez “EL Cabrero”) de quienes hereda, también, su espíritu solidario y luchador. Seguirá Salvador Amor, que nacido ya en Madrid (11 de noviembre de 1980), lleva a Buenos Aires y la música en los genes, pues es hijo y nieto de grandes músicos argentinos. Preparando ya su tercer disco “buen Ayre”, ha dado conciertos en todos los espacios especializados españoles y argentinos y, con su padre Rafael Amor, en el local de la CNT de Villaverde en más de una ocasión También, con Luis Pastor, uno de los grandes, que ya entró en la historia con mayúsculas, pero que sigue demostrando en cada concierto porqué llegó hasta esa posición. Vallecano de Berzocana (Extremadura), editó su primer disco a comienzos de los setenta (del que solo vieron la luz cuatro canciones, por la censura) al que siguieron otros muchos hasta “En esta esquina del tiempo”, doble CD (en castellano y portugués) con portada y 14 poemas de Saramago musicados por Luis Pastor y con la colaboración de Pasión Vega.
El segundo día, 29 de abril, tendrá un toque latinoamericano. Abrirá Jaime Guevara, que vendrá para la ocasión desde su Quito natal. Icono de la trova urbana quiteña, conocido por sus canciones con ritmos que van desde el rock y el blues a la música folclórica, sus actividades político-culturales como defensor de derechos humanos, la no violencia, y su crítica al poder político a través del humor corrosivo. Desde su juventud adhiere al pensamiento político anarquista. Si bien se identifica tanto con el rock como con la trova, tanto con la letras de lo «urbano cotidiano» como de la «protesta social», Guevara en particular trata de no encasillarse en géneros musicales cerrados por lo que ha desarrollado una «fusión» característica. Después, dos cantautores corrosivos y mordaces. Moncho Alpuente, polifacético músico, teatrero, locutor en radio y televisión, autor de numerosos libros y periodista (publica desde en El País hasta en el CNT, habitualmente), no ha parado desde que montó “Las madres del cordero”, “Desde Santurce a Bilbao Blues Band” o “Moncho Alpuente y Los Kwai”. Su último montaje, “The Moncho Alpuente Experience”, donde ha colaborado, entre otros, el Gran Wyoming, será lo que veamos en este concierto. Javier Krahe, autor de temas satíricos. Inspirado por grandes autores internacionales (como ya lo es él), de la talla de Georges Brassens o Leonard Cohen, empieza a escribir letras a las que pone música su hermano Jorge. De regreso a España, Chicho Sanchez Ferlosio le anima a actuar en locales como La Aurora, donde conoce a Joaquín Sabina y Alberto Pérez, con quienes graba el disco “La Mandrágora” en 1981. Con más de una docena de discos oficiales, tiene para elegir la manera de hacernos pasar un muy buen rato en este concierto que cierra el Festival de Cantautores por el Centenario de la CNT.