Este año, la XII Feria de los Mayores, celebrada durante este fin de semana en Badajoz ha tenido una afluencia baja, cosa de la que, por otra parte, nos alegramos.
Ya el pasado año nos posicionamos críticamente contra este tipo de ferias, que no hacen sino maltratar paternalmente a nuestros abuelos y padres, a nuestras abuelas y madres. Con el dinero que cuesta cada una de las doce ferias celebradas hasta ahora se podrían tener en 12 pueblos unas instalaciones adecuadas para estas personas, de las que tanto se habla y a las que tan poco se atiende.
No vamos, pues, a repetirnos en los argumentos anteriores sobre lo que hay que hacer, aunque siguen igual de vigentes porque nada ha cambiado, pero sí que queremos señalar, de nuevo, otra vez el gasto inútil –pero intencionado– que las Administraciones hacen en estos actos. Como ya indicamos el pasado año, en los diferentes stands se regalan a las personas mayores alguna fruslería para que vayan de uno a otro recogiendo todo lo que se da y se de la sesación de que a la gente le interesa la citada feria. Pero a los políticos o gente de “importante” se les entregan regalos de más valor.
Este año, al menos este año, el ayuntamiento de Badajoz ha tenido la ocurrencia de comprar botellas de vino de 375 ml. para regalárselas a… ¿a los mayores? ¿a los pensionistas? Pues no, como siempre estos regalos no son para los que supuestamente se hace la feria, sino para los jerifaltes de los stands, los directivos de las Administraciones y vete a saber para quién más, porque desconocemos el criterio que se aplica.
Todo el dinero que se gaste en regalos a los políticos es dinero malgastado; puede que sea legal, pero es a todas luces inmoral dar regalos a la delegada del gobierno, al alcalde y concejales, a funcionarios, a directores de ferias o de lo que sean… y es escandaloso que éstos los recojan sin rechistar.
Pero este año la feria de los mayores ha tenido, como decíamos al principio, menos público. Puede que la crisis haya influido, pero sobre todo ha influido que la Junta ha pasado olímpicamente de la feria pacense –que piensan que capitaliza el PP– y los autobuses que otros años fletaban para traer personas de diferentes lugares este vez han brillado 
por su ausencia. A la Junta, la feria de mayores que le gusta es, como se sabe, la que se hace en Don Benito ─Extremayor─ porque los de allí son afines, afines al PSOE queremos decir.
Como se puede ver, la feria de los mayores, lejos de las palabras grandilocuentes que tenemos que oír cuando la inauguran, no es sino un zoco en el que solo importan las personas si son futuros votantes del partido que manda.
Desde CNT abogamos, como no podía ser de otra manera visto lo visto, por la desaparición de esta vergonzosa feria y porque todos sus recursos vayan destinados a atender a las personas mayores.
