Local de la Fundación Anselmo Lorenzo (C/. Peñuelas 41 de Madrid) a las 19,30 horas.
La presentación correrá a cargo de Virginia López Graña y José Luis Caramés Casal, de la tertulia política del Ateneo de Madrid.
PARMÉNIDES Edición crítica, versión rítmica y paráfrasis a la moderna por Agustín García Calvo, editadas con prolegómenos, comentario y texto de las fuentes y los testimonios indirectos por Luis-Andrés Bredlow
Hace más de cincuenta años, allá por el otoño de 1966, Agustín García Calvo empezó a hacer, en la academia de la calle Desengaño, lecturas de viva voz de fragmentos conservados de los libros perdidos de Heraclito y Parménides en compañía de amigos y estudiantes más o menos rebeldes. Algunas veces, cuando la actividad de la policía daba señales peligrosas, hubo que llevar las lecturas a lugares más secretos. A nuestra compañera Marisa Hernández, también de la tertulia política del Ateneo, debemos que se conserven unos cuadernos en que iba anotando al vuelo muchas de estas lecturas. En uno de esos cuadernos se puede leer (después del fragmento de Heraclito DK-20) la fecha 24/11/1966 –en pocas ocasiones fechaba lo que escribía– para en la página siguiente registrar el comienzo del poema de Parménides y algunos comentarios; siguen luego otros fragmentos y comentarios. Esta coincidencia de fechas nos evoca la larga dedicación de ¿Agustín García Calvo? a estas lecturas como si fueran inseparables de la lucha política en que andaba metido. Los asiduos a los actos de la FAL tienen noticias recientes acerca de las revueltas estudiantiles madrileñas de los años sesenta y tantos, la aparición de la etiqueta de ‘ácrata’, la figura de Agustín García Calvo y la problemática acción de denominar a alguien o algo. Acaso sea un asunto político de importancia que sea útil tratar. Sobre estas etiquetas o títulos se decía precisamente en el librillo Mentiras Principales (Lucina, 2013, núm. 11, pág. 38):
Si acaso, lector, te extrañas de que algunos hombrecillos de los que Policía o Medios titulan de ácratas o anarcos seamos de los más vencidos de amor por el orden, en cosas, vidas, palabras, canciones, razonamientos, deja de estrañarte tanto: el solo desorden, confusión y caos que conocemos es el producido por la administración, leyes, programas, y fe en el fin de todo, embrollos de tráfico, ahogo de vidas en reglamentos y ordenadores…: de lo otro, no sabemos nada: por eso nos enamora.