CONTRA | Betanzos / Aranjuez | Foto: Detalle del cartel convocando una manifestación en Madrid en defensa de las pensiones del 30 de enero de 2020 | Extraído del cnt nº 429
Domingo Martínez Aguilar nació, hace 69 años, en Madrid, en el barrio de San Fernando (Canillas), en aquella época un barrio marginal poblado de míseras chabolas. Sus padres, hijos del bando de los derrotados en la Guerra Civil, emigraron en su juventud a la capital en busca de una vida mejor. En este ambiente, y empezando a trabajar a los 14 años, no es difícil entender sus inquietudes.
Pregunta.— Desde los 17 años no has dejado de militar sindicalmente, siempre en el sector de las Artes Gráficas. ¿Por qué esa evolución hacia el anarcosindicalismo?
Respuesta.— Efectivamente, con esa edad me integré en la Comisión Obrera de mi empresa, el diario ABC, que contaba con una plantilla de unas 1.500 personas solo en Madrid. En esa época, las Comisiones Obreras, no eran propiamente un sindicato sino un movimiento sindical y sociopolítico que luchaba por los derechos laborales y por derribar al franquismo. Después sentí la necesidad de conocer con más profundidad los principios anarquistas, tan denostados en los partidos y sindicatos en los que había militado en mi juventud. Comencé a leer con fruición todo tipo de libros y materiales relacionados con el anarquismo. Y estas lecturas supusieron un gran descubrimiento, pues constaté que realmente mis ideas estaban más próximas a los postulados del anarquismo que a los del marxismo. Fue así como en 1993 me afilié a CNT, aunque en ese momento mi paso por el sindicato fue un tanto fugaz.
P.— ¿Qué has encontrado en la CNT de hoy que te haya llevado a integrarte en ella?
R.— Cuando me trasladé a vivir a Aranjuez, en 2018, pronto entré en contacto con algunos compañeros de CNT que participaban todos los lunes en las asambleas de la Plataforma de Pensionistas y Jubilados de la localidad. Me atrajo del sindicato el hecho de que, junto al trabajo sindical y jurídico, se había implicado en el movimiento de pensionistas local y, además, desplegaba permanentemente otras iniciativas de carácter cultural. Y eso me animó a organizarme de nuevo en el sindicato.
P.— Te has jubilado en 2015 pero no por ello has dejado de participar activamente, primero, en la Plataforma de Pensionistas y Jubilados «Los Lunes al Sol» de Aranjuez y, posteriormente, en la creación del colectivo de pensionistas de la CNT.
R.— Es necesario que la CNT se involucre en la pelea por la defensa de las pensiones públicas. Oponerse activamente al desmantelamiento del sistema público de pensiones, que sigue imparable, no concierne solo a las personas mayores ya jubiladas, sino a toda la clase trabajadora. En este sentido quiero recordar que, tras el paréntesis del verano, se van a reanudar, con renovadas energías, las movilizaciones para echar abajo la primera fase de la reforma de Escrivá, que pasará por el Congreso para su aprobación. Así, ya se anuncian grandes manifestaciones en Madrid, con carácter estatal, para los días 2 y 16 de octubre.
P.— ¿Cómo animarías a los compañeros y compañeras para que colaboren en hacer una organización cada día más fuerte?
R.— Yo les recordaría que formamos parte de un sindicato muy diferente a los institucionales. Somos un sindicato con más de un siglo de existencia, con una tradición de lucha única, que propugna la solidaridad, el apoyo mutuo y la autogestión, que no recibe subvenciones ni tiene liberados, que es asambleario, y que, además, no traiciona a la gente trabajadora ni hace negocios con los planes de pensiones privados. Eso exige que nos esforcemos por participar activamente en el sindicato y que nos marquemos incorporar a miles de nuevos afiliados y afiliadas en los próximos años.