El pasado 10 de febrero alrededor de un centenar de personas nos reunimos en el “Centro Cultural ciega de Manzanares”, para rendir homenaje a diecisiete asesinados por el vencedor bando fascista tras finalizar la guerra. Los diecisiete cuerpos estaban enterrados en una fosa común, de los cuales siete han podido ser identificados gracias a la colaboración de familiares aportando su ADN, documentación y todo lo posible que estaba en sus manos.
En este punto, es importante resaltar la inconmensurable labor que está realizando la Asociación para la recuperación de la memoria histórica (ARMH), que desde muchos años está tratando de recuperar y devolver los restos a los familiares de los cientos de miles de personas asesinadas y represaliadas por el fascismo. Cabe resaltar la situación de nuestro país, en cuya tierra todavía yacen en fosas comunes miles y miles de personas que lucharon por ideales de libertad e igualdad. Una situación que no tiene parangón y que tras 85 años del final de la guerra civil se sigue manteniendo con la complicidad de la administración e instituciones públicas que, junto a fuerzas políticas de sobra conocidas por todos, quisieran seguir imponiendo un silencio cómplice con los asesinos. Es por ello, que vaya por delante el reconocimiento a la ARMH y a los familiares que con mucho sufrimiento y tesón siguen buscando a sus seres queridos para darles digna sepultura.
56ygfEntre estos familiares cabe reseñar a Isabel y Alfonsa, ambas nietas de Alfonso Fontiveros Muñoz, presidente de la agrupación de jornaleros de la Federación de Trabajadores de la Tierra, y Tesorero de CNT en Manzanares durante los años previos a la Guerra Civil.
Fue fusilado el 20 de Julio 1939, tras un juicio sumarísimo en el que se le condenó a muerte, siendo una de las 34 víctimas arrojadas a una fosa común entre el 15 de junio de 1939 y el 8 de noviembre de 1940 en extramuros del Cementerio de Manzanares.
Isabel y Alfonsa invitaron a la CNT de Ciudad Real a participar en el homenaje y entrega de restos. Así pues, una docena de compañeros acudimos a acompañar a la familia en este momento tan emotivo que venía a culminar un camino que emprendieron doce años antes.
Como decíamos, el homenaje consistió en un acto público en el citado Centro Cultural ciega de Manzanares, en donde representantes de la ARMH, el alcalde de Manzanares y algunos familiares de las víctimas hablaron y recitaron algunas poesías a los allí presentes.
Las intervenciones pusieron de relieve que todavía queda mucho camino por recorrer y mucho trabajo por realizar para que la dignidad de los asesinados por los fascistas quede restablecida plenamente. Se hizo el anuncio de que antes de que finalice el 2026 se realizaran el resto de exhumaciones de las 283 víctimas contabilizadas que todavía yacen en fosas comunes en la localidad manchega.
Tras la entrega a los familiares de los restos de sus seres queridos una amplia comitiva nos trasladamos al cementerio de Manzanares para enterrar dignamente a los compañeros que fueron asesinados.
El día era frío y airoso, pero la emoción del momento y las intervenciones de los compañeros dieron calor y compañía a las nietas de Alfonso Fontiveros Muñoz, que fue enterrado por fin en una tumba junto a una bandera de la CNT que bien ejemplificaba los ideales que Alfonso, como tantos otros, defendió con su sangre; dando ejemplo de vida para todas las generaciones que tras ellos hemos seguido luchando por la libertad y la justicia social.
El acto termino con el canto unánime de “A las barricadas” quedando para la memoria de los que allí estuvimos tanto la emoción vivida como el agradecimiento y lucha de Isabel y Alfonsa por recuperar los restos de su abuelo.
¡QUE LA TIERRA TE SEA LEVE COMPAÑERO ALFONSO!