Los
compañeros del Sindicato de Enseñanza e Intervención Social de CNT-AIT
Madrid empezábamos con la huelga en la madrugada del 26 de marzo
apoyando el encierro que tenía lugar en el vicerrectorado de la UCM.
Acudimos allí y aprovechamos para difundir la huelga por el campus para
los días próximos.
Nos despertábamos al día siguiente para intentar apoyar los diversos
cortes que se estaban dando en Ciudad Universitaria, y posteriormente
acudimos a nuestra convocatoria de piquete por el campus, para intentar
frenar el normal desarrollo de las clases e incidir allí donde surgiera
el conflicto.
Entrabamos al principio de la mañana en la facultad de Bellas Artes,
donde la asamblea de facultad no había difundido la jornada de huelga
del 26. Con petardos, gritos y mucho revuelo intentamos frenar las
clases que se estaban desarrollando, a pesar de que la asistencia era
muy escasa.
Poco después nos dirigíamos a Historia a parar un examen, pero al llegar
allí pronto acudimos al vicerrectorado atendiendo a la llamada de los
compañeros que allí se encontraban mientras la UIP desalojaba a los
encerrados.
La mañana concluyó con una concentración espontánea en apoyo a los detenidos.
El resto de la jornada la continuamos trabajando en la huelga y la difusión de la misma.
La mañana siguiente nuestro sindicato acudió a la manifestación del
Sindicato de Estudiantes a señalarles como traidores oportunistas, e
impedir que se sigan aprovechando de las luchas estudiantiles y
colgándose medallas tranquilamente (más información: http://ensemad.cnt.es/articulo/comunicado-del-sindicato-de-ense-anza-e-i…).
Por la tarde acudimos a la manifestación con una pancarta que decía
“Trabajadores y estudiantes por el comunismo libertario” finalizando
estos dos días de huelga estudiantil.
Esta última huelga seguramente sea el último movimiento de la lucha
estudiantil en este curso que llevamos con bastante poco movimiento y
capacitación de la misma, movimiento guiado por la batuta de aquellos
que se quieren erigir como nuevos dirigentes de esta lucha, siguiendo el
más claro ejemplo de los traidores CCOO y UGT. Hemos dilucidado en esta
huelga, un movimiento estudiantil debilitado, incapaz de ponerse de
acuerdo para convocar unos días de huelga, y de crear (o fomentar)
estructura u organización alguna.
Hacemos un llamamiento a fortalecer la lucha horizontal, y señalar a
aquellos que de esta pretendan aprovecharse, alzando nuevos dirigentes
traidores. Como siempre, defenderemos la organización entre iguales para
afrontar los conflictos en el día a día, y capacitarnos para tomar las
riendas de nuestras vidas.
La lucha no se puede delegar en políticos carroñeros, y debe ser una
confrontación directa con nuestros problemas y nuestros enemigos.
