CNT A FONDO | BURGOS
Francisco Barriocanal y Belén Rodríguez, miembros del Comité Local del sindicato burgalés, nos responden al cuestionario que mes a mes venimos realizando a lo largo y ancho de la Confederación.
Fotografía: Flor Aldea
Pregunta.— Hacednos una
introducción a la actual composición de clases en Burgos
Respuesta.— Burgos es
la segunda capital de Castilla y León más industrializada, después de
Valladolid. Esa industrialización rompió en su momento la diferenciación tan
marcada entre clases sociales de una ciudad de provincias, lo que nos coloca en
una situación bastante generalista con respecto al resto del país, habiendo una
mayoría de población trabajadora y clases medias y una minoría oligárquica y
caciquil, que es la que dirige todos los aspectos de la ciudad.
P.— ¿Cuál es la
composición política a nivel oficial?
R.— La
composición política que sufrimos se lleva reproduciendo casi de forma automática
en las últimas décadas. El Partido Popular gobierna tanto en el Ayuntamiento de
Burgos como en la Diputación provincial, así como en la mayoría de los
ayuntamientos de la provincia. Detrás de esto se ocultan los intereses de
personajes vinculados con la construcción y los medios informativos, en estos
momentos de sobra conocidos en todo el Estado.
P.— ¿Cuál es la trayectoria reciente de
la CNT en Burgos y su presencia en las empresas y sectores productivos?
R.— En los últimos años el sindicato en
Burgos ha experimentado un crecimiento importante, y no nos referimos solo a
nivel local, pues también ha logrado expandirse por otras zonas de la región
donde no había presencia cenetista. Es el caso de Aranda de Duero, tercer
núcleo de población más importante en la provincia por detrás de Burgos y
Miranda de Ebro, donde hace aproximadamente dos años se constituyó un núcleo
activo.
Respecto a
la implantación en los diferentes sectores productivos, si bien tenemos
presencia en la práctica totalidad, podemos destacar de entre ellos el sector
metalúrgico, la construcción, la hostelería y el comercio, en los que, a pesar
de contar aún con una modesta presencia, se va ganando terreno e influencia
entre los trabajadores.
P.— ¿Ha habido
recientemente algún conflicto laboral que destaque sobre los demás?
R.— Uno de los
más recientes es el conflicto que mantenemos con la empresa CRS Chanel,
distribuidora oficial de los productos Vodafone, por el reiterado
incumplimiento en el pago de salarios a sus trabajadores. El conflicto surge
ante la reclamación de una compañera, ex trabajadora de la empresa, de los
salarios adeudados. A pesar de los intentos del sindicato por contactar con
algún responsable de la empresa para dar solución a la reclamación, solo se
obtienen evasivas, cuando no el silencio, por lo que se convocan
concentraciones en las tiendas de Burgos y de Miranda de Ebro, siendo en esta
última localidad burgalesa donde la empresa tiene su sede social, contando para
ello con la participación y solidaridad de la CNT mirandesa. La situación que
atraviesan todos los empleados es la misma sea cual sea el lugar donde
trabajan.
Otro conflicto reciente a destacar ha sido, más que
por la amplitud de la empresa, por el hecho de que una afiliada, trabajadora de
un bar, sufre una agresión por parte de su jefe al exigir el cumplimiento del
contrato de trabajo, por lo que el sindicato responde con concentraciones en
las puertas del establecimiento, informando del suceso a los vecinos de la zona
y a los clientes.
P.— ¿Qué
aspectos positivos y negativos destacarías de tu sindicato?
R.— Como aspectos
positivos destacaríamos la perseverancia y seriedad de la militancia. En cuanto
a los negativos, el insuficiente número de militantes que se requieren para
abordar las cada vez mayores tareas que el sindicato necesita cubrir.
R.— ¿Cuál es el
ambiente de conflictividad obrera en la localidad? ¿Y a nivel social?
R.— Curiosamente,
a pesar de que en todos los sectores productivos se ha experimentado un claro
deterioro en las condiciones laborales; a pesar de que cantidad de empresas
están aprovechando la situación económica para imponer sus condiciones; a pesar
de que existe una indignación y un cabreo generalizado entre la clase obrera, apenas
se percibe una mínima conflictividad en el panorama laboral local. El nefasto
papel de contención del descontento que juega el sindicalismo
institucionalizado está detrás de ello.
Afortunadamente, las garras de ese sindicalismo no
llegan a alcanzar otras luchas sociales que se están desarrollando en la
ciudad, cuyo mejor exponente es sin duda la que han librado los vecinos del
barrio de Gamonal.
P.— ¿Qué
valoración hacéis de lo ocurrido en Gamonal?
R.—
La valoración es claramente positiva exceptuando, evidentemente, la represión
en sus distintas modalidades. Remarcaríamos:
–
La espontaneidad de unas movilizaciones
que surgen de la necesidad. Las “organizaciones” que venían llevando la voz
cantante hasta entonces huyeron en el momento crítico: el inicio de las obras.
Y la población no estaba dispuesta a volver a dejar pisotear ni sus opiniones
ni a sí misma.
–
El desarrollo más puramente asambleario.
Llegados a este punto quedó claro que nadie quería que “hablaran” por nosotros
y nosotras. Cada persona tenía su opinión y hermosamente no era monolítica (en
general), por lo que se llegaba a consenso con relativa facilidad.
–
Esto nos conduce a apreciar que la lucha
así organizada se llevó con mucha inteligencia (las mentes unidas piensan muy
bien). Se consiguió algo más importante que la paralización de las obras, se
consiguió que la lucha lo fuera en el más amplio sentido de la palabra y fuera
“descriminalizada”, a pesar de los enormes esfuerzos del poder, en la mente de
muchos, por no decir de la mayoría de los ciudadanos y trabajadores y
trabajadoras.
–
Y por último, la extensión del
conflicto. También nace espontáneamente un apoyo casi incondicional desde
prácticamente todos los puntos del país e incluso fuera de él (llegó a sitios
muy lejanos). Esto debería llevarnos a pensar (así se sentía) que no estamos
solos, algo nos une como pueblo y ese algo (pensamientos, necesidades, deseos,
sentimientos,…) es un lazo muy largo y con muchas ramificaciones que el poder y
su sociedad capitalista, individualista y egoísta no ha podido destruir.
Mención aparte
merecería la continuación de este movimiento, conseguidos algunos puntos quedan
otros muy importantes y más que se van
sumando (aunque la mayoría ya estaban desde el principio, otros quedaron
“aparcados” por la urgencia).
P.— ¿Tenéis
relación con otras fuerzas sindicales y/o sociales?
R.— En
principio no estamos cerrados a colaboraciones puntuales con organizaciones
sindicales o sociales, de hecho, en la actualidad hemos participado
conjuntamente con diversos colectivos y organizaciones en asuntos como las
marchas a Madrid del 22M, el apoyo a los vecinos de Gamonal y en la Plataforma
Badajoz, que tiene prevista la realización de unas jornadas para contrarrestar
el intento, frustrado afortunadamente, de la Fundación Yagüe, presidida por la
hija del genocida general Yagüe, de realizar una exposición- homenaje al
militar fascista.