El día 25 de marzo se celebrar elecciones en la comunidad autonómica andaluza. Después de más de treinta años de gobierno supuestamente socialista, Andalucía sigue siendo una región que sigue padeciendo buena parte de los males que la vienen asfixiando desde siempre: concentración de la tierra y la riqueza, paro estructural, corrupción y clientelismo, caciquismo político, represión… Ni los políticos del PSOE ni los del PP van a transformar esto.
A pesar de sus diferencias, ambos partidos están de acuerdo en los mismo: mantener el sistema capitalista tal y como está. La democracia se ha convertido precisamente en eso: el engaño perfecto para que los que han mandado siempre lo sigan haciendo. Por eso no debemos legitimarlos con nuestro voto.
Pero no nos engañemos, si esto ocurre es porque se lo hemos permitido. El pueblo ha delegado su capacidad (y necesidad) de hablar por sí mismo, de pelear por sus intereses, en una casta -la de los políticos- que es antagonista a las ansias de libertad y justicia social de la mayoría de trabajadores y trabajadoras. Es esa confianza otorgada a los supuestos representantes del pueblo la que nos trae de cabeza.
Es por todo ello por lo que el día 25 reclamamos una abstención activa. Para nosotros y nosotras, de nada vale no votar si uno no pelea por sus derechos, si uno no aspira a cambiar la sociedad desde abajo, desde la asambleas y la autoorganización obrera, desde el federalismo y la acción directal. No podemos permanecer impasibles mientras los políticos y los banqueros nos roban la vida, el futuro y las ganas de luchar. Hay que decir basta.
El día 29 de marzo es una buena oportunidad para echarse a la calle y defender lo nuestro. La reforma laboral del PP, que profundiza las anteriores del PSOE, es la mayor agresión a la clase trabajadora del estado español sufrida en los últimos años. La clase obrera no puede pagar los platos rotos de una crisis que han creado ellos, los políticos y los banqueros. Es más, la clase obrera es la que tiene que hacerles pagar por ello. No podemos permanecer impasibles, cruzados de brazos, mientras se viene abajo el marco de derechos laborales conquistado tras décadas y décadas de lucha obrera. Nosotros y nosotras, los hombres y mujeres de la CNT, sabemos de dónde venimos y a quienes nos enfrentamos, y lo tenemos claro. El día 25 no nos quedaremos en casa, pero no iremos a votar, haremos lo que hacemos siempre: luchar en la calle y en los tajos contra el capitalismo, y sin intermediarios.
No nos cansaremos de repetirlo: ¡LA LUCHA ESTÁ EN LA CALLE Y NO EN EL PARLAMENTO! ¡HUELGA GENERAL!
Asamblea del SOV de Jaén de la CNT-AIT