El Tribunal Supremo confirma las sentencias judiciales que dan la razón a nuestra compañera Rosa en su conflicto con Rivamadrid. Recordamos que nuestra compañera de administración estuvo tres años en la calle al ser despedida “por causas económicas”, según la dirección de la Empresa Municipal de Servicios (EMS) ripense.
Sin embargo, los tribunales declararon nulo su despido por vulneración de derechos fundamentales. Es decir, que la despidió como represalia por denunciar lo que creía ajustado a derecho (Derecho de indemnidad). Sentencias favorables del Juzgado Social nº 29 de 21/II/2012 (nº 68/2012); del Tribunal Superior de Justicia de Madrid Sección 5ª del 08/IV/2013 (nº 294); y finalmente Tribunal Supremo del 26/III/2014 (Recurso Num.: 2044/2013).
Esperamos que esta sentencia firme a favor de la trabajadora de Rivamadrid, unido al cambio en la presidencia de la empresa tras la dimisión del ex-alcalde Pepe Masa, haga recapacitar a la directiva y al propio ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid sobre la política laboral aplicada en la EMS. En manos de la cúpula de Rivamadrid está el cambiar de rumbo y solucionar antes de llegar a juicio los conflictos abiertos con otros trabajadores y trabajadoras, denunciados en su momento por las secciones sindicales de CGT y CNT. (Ver comunicado aquí).
De esta manera se ahorrarían recursos económicos para la empresa, en vez de cargar la crisis sobre los esfuerzos y sacrificios de la plantilla: congelación de trienios y salario, despido de trabajadores temporales, no contratación de suplencias para las vacaciones con la consiguiente sobrecarga de trabajo, etc. Recordamos que según la Cámara de Cuentas de la Comunidad de Madrid, Rivamadrid gastó en temas jurídicos casi 40.000 euros en solo tres años. Dinero público que sale de los impuestos de la ciudadanía ripense, puesto que el presupuesto de la Empresa Municipal viene directamente del ayuntamiento.
Amenazas a sindicalistas por un comunicado
Por otro lado, sindicalistas de CNT y CGT han sido objeto de amenazas por el comunicado anteriormente mencionado. Según testimonio de un trabajador, el mando intermedio A.P., al parecer molesto por el escrito, aseguró estar dispuesto “a rajar de arriba abajo a alguien”. Si bien damos por sentado que cabe la discrepancia con el contenido de dicho escrito, bajo ningún concepto aceptaremos amenazas o coacción a nuestra labor sindical ni mucho menos a nuestras personas.
Estas afirmaciones corroboran otras desafortunadas actuaciones en las que se ha visto involucrada esta persona en sus funciones como encargado de Rivamadrid. Nos parece especialmente grave el hecho de que haya vertido tales amenazas, nada sutiles, en horario laboral y siendo, como es, cargo de libre designación o confianza por parte de la dirección de la empresa municipal.
Como Sección sindical ya hemos puesto en conocimiento de la gerencia estos hechos. Asimismo, exigimos que se depuren las responsabilidades oportunas y nos guardamos el derecho de emprender las medidas sindicales y legales que estimemos oportunas para salvaguardar los derechos de expresión y libertad sindical de nuestros afiliados, amparados tanto en la Ley Orgánica de Libertad Sindical (LOLS, 1985) como en la propia Constitución (1978).