El pueblo unido funciona sin partidos: ¡Abstención Activa!

Ante las enésimas elecciones
generales que se avecinan en el Estado español, el SOV de Jaén de la CNT-AIT
quiere manifestar su oposición clara y contundente al espectáculo del circo
electoral
.

Nosotros y nosotras, como
anarquistas y anarcosindicalistas, defendemos la única vía posible en estos
casos: la Abstención Activa, es decir, la abstención por convencimiento propio.
Un convencimiento que deriva directamente del rechazo a la llamada “legalidad
democrática”. No queremos legitimar este sistema inhumano que nos está robando
la vida
y para ello denunciamos los mecanismos de representación que el
Estado y el Capital establecen para generar la falsa ilusión de que vivimos en
una sociedad democrática
.

Denunciamos el parlamentarismo como un pilar básico
de este sistema asesino y por ello nos abstenemos activamente en todos los
procesos electorales que supongan una delegación del poder político de los
trabajadores y trabajadoras. No votamos ni en las elecciones políticas ni en
las sindicales
, porque no queremos que ningún político o liberado hable por
nosotros y nosotras
. No queremos perder nuestra voz. Creemos en la autogestión
y entendemos que ésta también es posible a nivel político.

Y es que el parlamentarismo persigue
la consolidación de la delegación política como una actitud personal ante la
vida, con todo lo que eso conlleva a nivel individual y sobre todo colectivamente.
Lo dijo Malatesta: ”Acostumbrar al pueblo a delegar en otros la conquista y la
defensa de sus derechos, es el modo más seguro de dejar vía libre al arbitrio
de los gobernantes”
. Gobernantes, que, como su propio nombre indica, se encargan
de despojarnos de la capacidad de decisión, que sólo a nosotrxs nos pertenece,
para ponerla al servicio de sus propios intereses de clase. No podemos dejarnos
gobernar por estos políticos profesionales que conforman una casta parasitaria
y una clase social privilegiada
con ideas, intereses y fuerzas contrarias en
esencia al pueblo. Un pueblo que, a través de la delegación a todos los
niveles, es progresivamente deshabituado a tomar las riendas de su propia vida,
siendo ésta una escuela de servilismo aniquilador de la conciencia popular.

Nosotros y nosotras, como
trabajadores y trabajadoras de la CNT, y a diferencia de los movimientos
ciudadanistas, no reconocemos a nadie el derecho a gobernarnos, por lo que no
perseguimos la reforma del sistema electoral
, ya que dicha reforma lo único que
conseguiría sería apuntalar aún más este sistema jerárquico, autoritario y alienador
del individuo (cambiar algo para que todo siga igual). Ningún partido nos
representa
, porque ningún partido desprecia el poder, sino que aspira a
conquistarlo. No nos equivoquemos, el bipartidismo no es el problema. Como
tampoco lo es la celebración de más o menos referéndums populares en un momento
determinado. No. El problema de fondo tiene que ver con la necesidad de
desprendernos de una buena vez de la venda, de negarnos en rotundo a la
ingestión cada cuatro años de este tipo de drogas diseñadas expresamente para
el adormecimiento de las masas
en una sociedad supuestamente libre. Porque la
libertad no consiste en elegir a los amos
que nos van a someter, sino en
librarse de ellos de una vez y construir entre todos y todas, de forma colectiva,
una organización social que posibilite la recuperación de nuestras vidas a
través de la solidaridad, la igualdad y la libertad
.

Debería avergonzarnos la propia
existencia de seres humanos que manejan a su antojo el destino de otros; “legitimados”
aquéllos por la complicidad de éstos mediante el voto, los primeros disponen de
veda abierta durante años para campar a sus anchas mientras se les llena la
boca de palabras como democracia o libertad; palabras que inevitablemente
pierden todo su significado en estas circunstancias.

Como libertarios y libertarias,
los combatiremos cualquiera que sea el maquillaje ideológico tras el cual se
parapeten y allá donde intenten posar sus garras. No nos representan. Queremos una sociedad de iguales y eso también significa una sociedad sin gobernantes ni políticos que decidan por nosotros y nosotras.

Contra la farsa electoral: ¡No
votes! ¡Actúa y no delegues!

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