No hace falta estar especialmente
interesado en el mundo editorial para darnos cuenta del rebrote del tejido
editorial libertario. En el Estado español, ya llevamos unos años asistiendo a la
continua aparición de revistas y publicaciones de las distintas familias del
movimiento; publicaciones de esmerado diseño y atinados contenidos que están
enriqueciendo el panorama teórico, cultural y político del anarquismo local.
Pensamos, por ejemplo, en publicaciones como Germinal, Estudios, Raíces, Contrahistoria, Cul de Sac,
Adarga, Argelaga, Desbordes, Ekintza Zuzena, etc.
No cabe duda de que, dicha
explosión editorial, a la que se ha de sumar el trabajo continuado y decidido
de cabeceras tan consolidadas como el Todo
por hacer, Tierra y Libertad, El Fuelle o el mismo periódico CNT, está relacionada con el tradicional
peso que la cultura impresa ha tenido en el mundo libertario, pero también con
la paulatina consolidación de un tejido editorial propio. No hablamos solo de
la aparición de editoriales afines, sino de la puesta en marcha de una pequeña
“industria cultural” de carácter autogestionario que va ganando sitio,
demostrando que es posible hacer las cosas bien con pocos medios.
Editoriales, ferias del libro
anarquista, colectivos culturales, distribuidoras libertarias, librerías amigas,
webs de contrainformación, publicaciones periódicas de indudable calidad… Un
tejido que, poco a poco, va creciendo y que tenemos que arropar con nuestro
esfuerzo y compromiso. De hecho, algunos sindicatos de CNT (Aranjuez, Jerez,
Jaén…) tampoco se han quedado atrás, editando textos de visible calidad que,
por un lado, ayudan a difundir la
Idea y, por otro, contribuyen a la autogestión de su
actividad sindical. Pequeños guiños, sin duda, de lo que podría ser un empujón
considerable a la producción editorial propia.
Sea como fuere, el abaratamiento
de los costes de impresión y la ampliación de los canales de distribución y
venta propios, pueden ser una gran oportunidad para que los proyectos
editoriales afines al movimiento libertario echen a rodar con mayores garantías
de continuidad y llegada. Quizá ahí esté el reto: romper con las limitaciones
que impone la industria cultural hegemónica a la circulación de nuestras obras.
Se trata, pues, de hacer llegar nuestras ideas y nuestras propuestas a todo el
mundo, aspirando a poner en circulación nuestro trabajo más allá de los
círculos afines de lectores militantes. Un reto −decíamos− que, a día de hoy, podemos
afrontar con ilusión y cada vez más confianza. ¡Vamos a ello!
CNT-Jaén