Charlamos con dos compañeros de CNT Compostela con la excusa de su viaje a tierras germanas para participar en una serie de conferencias junto a la FAU y otros grupos anticapitalistas sobre la crisis y las respuestas sociales.
N. Rodríguez y A. Rodríguez | Periódico CNT
Pregunta: ¿Qué
volumen de movimiento anarquista habéis percibido?
Respuesta: Al
igual que aquí, el movimiento anarquista es minoritario y más todavía en lo
tocante al aspecto anarcosindical. Lo que sí hemos encontrado es un movimiento
autónomo bastante organizado, además de muy buenas relaciones entre los
distintos movimientos anarquistas y de izquierda anticapitalista, gracias a lo
cual han conseguido tener una presencia colectiva importante en muchas ciudades
y llevar adelante iniciativas autogestionarias que cubren necesidades que van
más allá de lo laboral en la vida de las personas. Como ejemplo, en casi todas
las ciudades se cuenta con un centro social okupado, normalmente con bastantes
años a sus espaldas, que comparten distintos colectivos, entre ellos la FAU, y
que se utilizan como comedores sociales, jardines de infancia, sede de radios
libres, locales para actos culturales…
P: ¿En
qué han consistido las conferencias y las charlas?
R: La
idea inicial era participar junto con otros miembros de colectivos gallegos en
una serie de tres charlas -en Kiel, Bremen y Hamburgo-, coorganizadas por los
sindicatos locales de la FAU y otros grupos anticapitalistas, en las que se
abordarían distintas visiones sobre la incidencia de la crisis en Galicia y el
Estado español, aportando nosotros la visión sindical de la CNT. Para nuestra
satisfacción, el proyecto se amplió gracias a la gestión de los compañeros y compañeras y
pudimos extender las charlas a otras tres ciudades -Hannover, Frankfurt y
Freiburg-, ya en solitario con la FAU. La temática de las charlas giró en torno
al empeoramiento de las condiciones laborales y sociales en el Estado español y
las respuestas dadas desde el pasado año, especialmente sobre la convocatoria
de las dos huelgas generales, la repercusión de los movimientos sociales y el
aumento de la represión por parte de las instituciones del Estado. La dinámica
fue flexible en cada lugar y muy participativa, permitiéndonos aprender de las
experiencias de unas y otros.
P: ¿Con
que dificultades se topa la FAU principalmente?
R: Al
igual que nos ocurre aquí, se encuentran en medio de una sociedad bastante
desideologizada y desmovilizada que, en líneas generales, ha asumido totalmente
el modelo sindical, político, económico y social instaurado con el Estado de
bienestar; quizás allí incluso es más grave, porque todavía las consecuencias
de la crisis no han calado tanto como para que la clase obrera empiece a salir
del sueño de haberse creído clase media. En ese contexto, es muy difícil
conseguir solidaridad en el trabajo, más aún pensar en formar secciones
sindicales. Pero además, cualquier iniciativa sindical basada en la acción
directa choca frontalmente con una legislación estatal que impide casi todo,
incluso la huelga. La capacidad actual de la mayoría de los sindicatos de la
FAU sólo alcanza para algún esporádico conflicto laboral individual en el que
se consigue poco o nada. Además, aunque cuentan con nutridos grupos de afines
en cada ciudad, no cuentan con mucha militancia que les permita extender su
actividad más allá en el aspecto laboral.
P: ¿Cuáles
son los puntos fuertes de la actividad de la FAU?
R: Pese
a las limitaciones a la actuación sindical, parece que han encontrado en la
acción social y cultural un buen medio de llevar a la realidad otras luchas
anarquistas. Ya hemos comentado antes algo sobre cómo llevan a buen puerto
iniciativas sociales que ofrecen una alternativa práctica y real al sistema, y
realizan además una importante labor de difusión de la ideología anarquista
mediante charlas, cursos, proyecciones, publicaciones… Otro punto fuerte
parece estar en la lucha antifascista. El fascismo, pese a lo que ocultan los
medios de comunicación, sí mantiene en Alemania una presencia muy alta y
organizada, llevando a cabo en muchos casos actuaciones violentas contra
antifacistas con el consentimiento velado de las autoridades. Las
manifestaciones y contra-manifestaciones entre fascistas y antifascistas son
una práctica habitual en la que la FAU tiene casi siempre presencia y que
movilizan en masa a los sectores más contestatarios.
P: ¿Qué
os traéis de positivo de allí?
R: Muchas
cosas. El llevar un poco a la práctica la solidaridad que ya compartimos en la
teoría, crear vínculos, compartir experiencias, vivir otras… Muchas amigas y
amigos. Pero sobre todo, ideas, una visión más amplia de cómo el sistema ataca
a las personas en todas partes y de cómo podemos organizarnos para hacerle
frente. Y esperanzas para el futuro. No podemos más que valorarlo como una experiencia
muy enriquecedora.
P: ¿Algo
negativo?
R: Nada.
P: ¿La
visita ha dado pie a algún proyecto?
R:De
momento sólo hemos quedado en mantener el contacto e intentar hacer posible
alguna visita en cualquiera de los dos sentidos. De ser posible alguna de esas
visitas, sí intentaremos buscar una forma de aprovecharla al máximo para
compartir experiencias y estrechar lazos de solidaridad entre la CNT y la FAU.