Desde la CNT de Adra estamos asistiendo perplejos, a la apertura de un expediente sancionador por parte del Ayuntamiento con el que pretende a sancionar, a esta central, por promover hace unos meses, un mural conmemorativo del 8M.
Parece que el Consistorio, gobernado por el Partido Popular, obvia que el edificio donde se realiza este mural, no es de propiedad municipal, es propiedad del Ministerio de Trabajo y la CNT, junto otras centrales, tiene la cesión legal de parte del inmueble para desarrollar las actividades sindicales y sociales que le son propias. Ahí, es donde hay que enmarcar la realización de este mural conmemorativo de una fecha asociada a la lucha de las mujeres, de ayer y de hoy, por sus derechos laborales y sociales.
Para la CNT, el pretexto del Ayuntamiento de aludir a una autorización expresa, por parte del Consistorio, para que la central anarcosindicalista realice o no un mural en los locales que posee es surrealista, peregrino e intolerable. Sin duda, un ejemplo de utilización torticera de la Ordenanza Municipal de Convivencia Ciudadana con el fin de sancionar la labor de la CNT. Un paso que la central anarcosindicalista no va a consentir porque supone un menoscabo de la libertad sindical y de la libertad de expresión ya que el ayuntamiento pretende, burdamente, erigirse en supervisor de nuestras actividades, amparadas, por otra parte, por un amplio marco jurídico, tanto estatal como de la UE.
Desde ya, la CNT trabaja con su asesoría jurídica para el archivo de este expediente que esperamos que sea producto de un lapsus puntual y no el síntoma de un viraje hacia posiciones más conservadoras respecto a todo lo relacionado con la lucha del feminismo por una sociedad más igualitaria entre hombres y mujeres así, como de las reivindicaciones específicas de las mujeres en el ámbito laboral.