Mediante el presente comunicado, el SOV de la CNT de Zaragoza hace público el conflicto que desde el pasado miércoles, 5 de diciembre, tiene este Sindicato con la empresa Dibus, que se dedica a la venta de muebles y a reformas del hogar. Ese día, el compañero Carlos, trabajador de la empresa, recibió una llamada por la cual le comunicaron que le iban a despedir, conminándole a acudir a la tienda que tiene la firma en la Avenida de Madrid, número 25, para recoger la carta de despido.
Dicho despido es a todas luces injusto, puesto que ha sido motivado por los siguientes hechos: el compañero entró a trabajar en la empresa con un contrato de seis meses, y cuando éste expiró, el encargado lo mantuvo un mes entero trabajando sin contrato, siempre con la promesa de hacerle uno nuevo inmediatamente, pero sin cumplirlo. Así las cosas, y habida cuenta de que además se daban otras irregularidades, como el no cumplimiento de las normas de seguridad e higiene o la aplicación de un convenio que no corresponde al trabajo desempeñado por la plantilla del taller de Dibus, hace aproximadamente un mes Carlos acudió a la CNT, desde donde se le aconsejó que presentase una denuncia ante Inspección de Trabajo por lo arriba relatado. Esto fue lo que hizo el compañero, y por ello se vio la empresa obligada a pagar una sanción y a hacerle un contrato fijo. Pero el afán represor que caracteriza a quienes dirigen tan infame negocio quedó despierto al ver que un trabajador había decidido exigir, no ya mejoras laborales (que también serían perfectamente reivindicables), sino lo que según su propia ley nos corresponde a todos los obreros, de modo que como anunciábamos al principio, Carlos ha sido despedido. La empresa asume que el despido es improcedente, por lo que está dispuesta a abonar una indemnización, pero lo que el compañero exige no es dicha suma de dinero (por otra parte ridícula) sino la vuelta a su puesto de trabajo, que nunca debió perder, y menos por una medida represora de sus jefes.
Por si todo esto fuera poco, cuando una delegación del Sindicato se presentó en la tienda, acompañando a Carlos, para hablar con el empresario, éste llamó a la Policía Nacional y no se presentó ante los compañeros hasta que llegaron, fieles a la voz de su amo, los policías. Una vez allí, rodeado por los agentes, el propietario del negocio injurió gravemente nuestros compañeros, llamándoles asesinos, delincuentes y otras lindezas propias de quien ha perdido totalmente el control de sí mismo. Al día siguiente, los cuatro compañeros que habían acudido a la empresa, el afectado entre ellos, fueron detenidos y puestos a disposición policial por un delito de coacción, cuando la actitud mostrada ante el patrón (de nombre Laureano González Serrano) había sido completamente pacífica en todo momento, como atestigua la grabación de seguridad del establecimiento, quedando en libertad con cargos tras cuatro horas de detención.
Como puede verse, son muchas las tropelías y abusos que la dirección de Dibus, con la ayuda de la Policía, han cometido con el compañero despedido y con el Sindicato en su conjunto. Por todo ello, creemos que en este caso, decir que Dibus explota a sus trabajadores es quedarse corto. Los datos de la empresa, que se encuentran en su página web (www.dibus.net), son los siguientes (rogamos que todo aquél que pueda empiece con el envío de correos solidarios con el trabajador a la empresa inmediatamente):
E-mail: info@dibus.net o bien lagose@dibus.net
Teléfono: 976 44 75 75
¡¡DIBUS EXPLOTA, REPRIME Y PERSIGUE A SUS TRABAJADORES Y A QUIENES LES APOYAN!!
¡¡BOICOT A DIBUS!!
¡¡CARLOS READMISIÓN!!