Onis Comunicación es editora de las revisas Mucho Viaje, Hoteles de España y del Mundo, BricoLocus, Casa Joven, Bulevar 21, del periódico gratuito Galicia al día, al mismo tiempo que editora ocasional de revistas de encargo de otras sociedades. La propiedad y gestión de la empresa se reparte entre José Velasco, propietario del 70% de la sociedad, y de Juan Pescador y Agustín Valladolid, que se reparten el 30 por ciento restante. Como consejero delegado actúa José Manuel Fernández, ejecutivo al mismo tiempo de Zebra producciones.
El entramado de estos empresarios es curioso. José Velasco es el presidente de Zebra Producciones, empresa que al parecer surgió tras dar el pelotazo con la venta hace años de la productora Zeppelin y dedicada, entre otras cosas, a la producción de espectáculos musicales de enorme éxito en las televisiones o en los teatros españoles. Juan Pescador y Agustín Valladolid son propietarios a su vez de Gesrovi, empresa de servicios editoriales y de producciones visuales, entre otras actividades. La sede de las dos sociedades, aparte de otras de las que se conoce la conexión como Symbolom, están en la calle Ríos Rosas, 54 de Madrid. Juan Pescador dedicó parte de su vida profesional y empresarial al Grupo Z donde fue gerente responsable de algunas de sus publicaciones. Con fama de marrullero, aún colean sus “éxitos” en aquella empresa. Agustín Valladolid es periodista afamado, que también tuvo cargos en el Grupo Z como director de Interviú, para quien trató de comprar el famoso “vídeo de Pedro J” (director de El Mundo) y otras publicaciones; con anterioridad fue consejero de comunicación con Rafael Vera y José Corcuera, tiempo en el que coleaban los efectos de los GAL en las cloacas o despachos del Estado.
El origen de Onis, y también Gesrovi, se remonta a otra aventura fraudulenta empresarial de Juan Pescador y Agustín Valladolid, dueños de la extinta Grupo Revistavisión (GRV) que editaba Mucho Viaje, Hoteles de España y del Mundo, Jara y Sedal, Casa Joven, entre otras publicaciones. GRV acabó envuelta en un Concurso Voluntario de Acreedores y la correspondiente intervención judicial. El objetivo era no pagar las numerosas deudas contraídas por la mala gestión. La mayoría de los trabajadores de GRV pasaron a depender de Onis Comunicación o Gesrovi, pero no siempre de manera directa, sino a través de empresas intermediarias para que no se pudiera relacionar la continuación empresarial con la intervenida y en suspensión de pagos GRV. Los trabajadores firmaron el paso a las nuevas sociedades con el mantenimiento de los derechos adquiridos.
A los pocos meses de actividad de Onis Comunicación y Gesrovi se empezaron a retrasar los pagos de las nóminas. Aproximadamente desde agosto de 2007 se dejaron de pagar las numerosas colaboraciones de las que se surtían los contenidos de las revistas, ya que la plantilla estuvo siempre muy ajustada.
En la actualidad, Onis Comnicación tiene demandas puestas por muchos de los colaboradores que no han cobrado. La deuda con ellos es de decenas de miles de euros. Incluso a algunos se les llegó a emitir pagarés con parte de la deuda que finalmente resultaron ser falsos, sin fondos.
La gestión diaria de las dos sociedades, Onis Comunicación y Gesrovi, ha estado siempre, por lo que se sabe, en manos de Agustín Valladolid y Juan Pescador, las dos personas visibles en todo momento, ya que, hasta muy recientemente no se ha conocido el nombre del socio mayoritario. Sin embargo, en este momento crítico de Onis no se hacen responsables de la situación y delegan en el mayor accionista, José Velasco y el consejero delegado José Manuel Fernández.
Las anomalías con respecto a los trabajadores han sido constantes. No se respetaron los derechos adquiridos con la antigua GRV como pago de las comidas, de aparcamiento, de desgaste de material; no se ha realizado el pago del aumento del IRPF a parte de la plantilla en los últimos dos años, y se les prohibió que pudieran comer en una de las habitaciones de la empresa durante los meses de jornada partida. En la anterior GRV, con sede en San Sebastián de los Reyes, sí se podía y existía un espacio habilitado para ello. También se notificó la reducción de los meses de jornada continuada, decisión no ajustada al convenio de Prensa No Diaria, sin justificación alguna, derecho al que renunció parte de la plantilla.
En la sede de Onis y Gesrovi existen trabajadores sin contrato e, incluso, jubilados de los que se desconoce su estatus. La aberración llega a tal punto que quien ejerce de administrador y, de alguna manera, de Jefe de Personal (o Recursos Humanos) no es trabajador de ninguna de las dos sociedades, sino un autónomo.
La contabilidad de ambas empresas se sospecha que ha estado vinculada, pues algunos de los trabajadores hacían funciones para ambas estando únicamente contratados por Onis. Impresoras, ordenadores, espacio, alquileres de locales… han sido siempre comunes, así como el equipo comercial que, indistintamente, trabajaba buscando publicidad para las productoras y programas de televisión de Gesrovi y para las revistas de Onis, independientemente de por quién estuvieran contratados. También el equipo de diseño y maquetación, contratado por Onis, pero haciendo servicios de continuo para las necesidades de Gesrovi. Se desconoce la manera de contabilizar los ingresos o, sencillamente, si existía claramente esta separación.
La situación en Onis se ha ido deteriorando en los últimos meses. Se dejaron de pagar por completo las colaboraciones, incluso con las demandas interpuestas. Los colaboradores desaparecieron, como era lógico, con el consiguiente incremento de trabajo. Los pagos de la nómina se han retrasado continuamente hasta llegar casi al mes de retraso y no se pagan desde hace más de un año las comisiones pactadas con el equipo comercial. En los últimos meses se vendieron, por parte de Gesrovi, los derechos de edición de la revista Jara y Sedal. Y se han cerrado las revistas Bulevar 21, Casa Joven, Bricolocus y el periódico Galicia al día, quedando en incertidumbre la salida de Hoteles de España y del mundo y de Muchoviaje. Al mismo tiempo, otra de las cabeceras que venía editando Onis, Restauro, pasó a depender de Gesrovi, aunque con la maquetación y producción hecha por Onis.
La mayoría de los trabajadores de Bulevar 21 salieron de la empresa, negociando finiquitos a la baja. Los trabajadores de las otras publicaciones dejadas de publicar llevan meses sin ocupación.
Los trabajadores en asamblea han pedido explicaciones de manera constante a la dirección visible, Jun Pescador y Agustín Valladolid, ya que desconocen la manera de llegar hasta los máximos responsables y desconocidos hasta ahora, José Velasco y José Manuel Fernández. Se sabe que traman un nuevo Concurso voluntario de acreedores (suspensión de pagos), despidos con alguna de las formulas que les permita la ley o, sencillamente, cierre empresarial de Onis, aunque no de Gesrovi. Todas las medidas estarían encaminadas a no pagar la deuda de los “acreedores” (en este caso trabajadores colaboradores, periodistas, fotógrafos, además de a imprentas y otras empresas de servicios).
Aunque lo pudiera parecer, ninguno de los gestores o empresarios citados está nervioso ni preocupado por la situación de la empresa y de los trabajadores. El descontrol absoluto de la misma y la dedicación a otros intereses privados de cada uno de los empresarios (producciones televisivas, espectáculos musicales, inmobiliarias, producción de vídeos porno, colaboraciones periodísticas de renombre…) ha llevado a la actual situación en la que peligran decenas de puestos de trabajo y mucho dinero en salarios y colaboraciones. Más bien actúan de manera alegre y no parece que la famosa crisis vaya con ellos. Zebra Producciones es una empresa de éxito y Gesrovi también debe tener su contabilidad equilibrada. La empresa víctima y tapadera es la del medio, Onis Comunicación, acosada por la mala gestión que sobre la misma han ejercido los responsables de las otras dos y en la que, curiosamente, están la mayoría de los empleados. ¿A qué sociedad se facturan los gastos? El trabajo común desde Onis para Gesrovi ¿se ha facturado de alguna manera? ¿Quién paga el alquiler de los locales, sólo Onis? ¿Pagan los gastos correspondientes algunas de las varias sociedades domiciliadas también en Ríos Rosas, 54? ¿Quién se beneficia de los ingresos publicitarios o de los intercambios de publicidad en las publicaciones de Onis?
Sindicato de Artes Gráficas, Comunicación y Espectáculos de Madrid
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