Detenidos 95 estudiantes normalistas en Mactumactzá, Chiapas

DENUNCIAN ABUSOS Y TORTURAS DURANTE SU DETENCIÓN

Este pasado 18 de Mayo, 95 estudiantes normalistas de la Escuela Normal Rural de Mactumactzá en Chiapas fueron detenid@s. Protestaban exigiendo un examen presencial de ingreso a esta escuela porque la mayoría de los aspirantes son indígenas que no tienen acceso a internet.

Durante el desalojo de los manifestantes, 97 personas fueron detenidas, los 93 estudiantes y cuatro pobladores. Dos de los pobladores eran adolescentes y fueron puestos en libertad poco después. 

Las noticias que nos llegan desde Chiapas, nos recuerdan acontecimientos como los sucedidos en Ayotzinapa en 2.014, cuando policías municipales de Iguala, al sur de México, persiguieron y atacaron a estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinaga. Cuarenta y tres estudiantes desaparecidos, nueve personas asesinadxs y 27 heridos fue el resultado de la represión del estado.

Este pasado domingo 23 de Mayo, fueron liberadas 74 mujeres estudiantes después de seis días encarceladas gracias a la denuncia internacional a través de las redes sociales y a la intervención del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos al conocer el trato inhumano recibido por l@s estudiantes tanto en su escandalosa detención, como en el trato recibido en la Fiscalía de Chiapas así como en el penal de Amate. Veintiún hombres siguen encarcelados. Los testigos referían malos tratos, violencia sexual, abusos de poder y todo tipo de vejaciones.

Las estudiantes liberadas se encuentran en libertad condicional acusadas de delitos de motín y atentado contra la paz, entre otros.

Las normales son escuelas de maestros rurales donde suelen ingresar campesinos y estudiantes de pocos recursos.

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) denunciaba estos hechos mediante un comunicado “contra la represión de los malos gobiernos y en apoyo a la Escuela Normal Rural Mactumactzá en Chiapas y a los pueblos Tepehuano y Wixárica en Jalisco”.

Palabras de resistencia y rebeldía y también de dignidad se colaban en sus líneas. “Las autoridades educativas y gubernamentales de Chiapas muestran, una vez más, que no tienen la menor idea de la geografía y la situación política y social en el estado. Con esta acción, los malos gobiernos resumen su plan para la educación del México rural: represión, mentiras y simulación.  A nuestr@s herman@s de la Escuela Normal Rural Mactumactzá les manifestamos nuestra solidaridad completa y sin reservas; y llamamos a tod@s nuestr@s compañer@s de la Sexta Nacional e Internacional a solidarizarse con la lucha de los normalistas de Mactumactzá. Exigimos la liberación incondicional de tod@s l@s detenido@s”.

Pero, además, en su comunicado, invitan a sumarse a esta denuncia a la comunidad internacional. Y también a la defensa de las tierras comunales que defienden en el territorio de Azquetltán, en el estado de Jalisco, donde se busca privatizar las tierras de estas comunidades en favor de unos pocos terratenientes.

“Hacemos un llamado a los colectivos y organizaciones solidarias de derechos humanos, a las y los colectiv@s de la sexta nacional e internacional, a las redes de resistencia y rebeldía a estar atentos y responder con nuestra palabra, nuestra firma, nuestra conciencia y atención a la campaña que nuestr@s hermanos y hermanas de Azqueltán hacen al mundo, llevando al frente la bandera de la esperanza”.

Todavía indignad@s con los gravísimos acontecimientos ocurridos estos días en Gaza, o en Colombia, y que por su dimensión no pudieron ocultar los medios de “incomunicación de masas”, aunque si manipular en gran medida, desde estas páginas no queremos desaprovechar la ocasión para denunciar estos sucesos ocurridos en Chiapas, México.

Nuestr@s compañer@s zapatistas saben que no están sol@s. Su ideario, su lucha, su mirada colectiva de un mundo donde quepan muchos mundos, es también la nuestra. Y nuestro grito, su grito, ese grito colectivo de solidaridad y apoyo, recorrerá los rincones de abajo y a la izquierda como un reguero de pólvora. Soñando revolución.

                                                                                     Elena Martínez.  CNT Sierra Norte.

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