Al cumplirse un año de la última Huelga General, los sindicatos combativos y no pactistas de Barcelona decidieron conmemorar la ocasión con una jornada de movilizaciones en toda la ciudad. Claramente, no se trataba de un mero ejercicio de memoria, sino de una afirmación en la calle de la actualidad de las luchas de los trabajadores y trabajadoras en el actual contexto de ofensiva estatal y patronal en contra de la clase. Por estos motivos, se decidió centrarnos en aunar nuestras fuerzas y hacer efectiva las solidaridad obrera entre los distintos conflictos actualmente abiertos.
Durante la mañana el “autobús combativo” recorrió las calles de la Barcelona seguido de una nutrida caravana de coches, motos y bicicletas, efectuando paradas en algunos de los principales focos de conflicto. En el actual contexto de recortes, no es de extrañar que muchas de estas paradas incluyeran a los sectores de la educación y la sanidad, como por ejemplo, el Consorci d’Educació y los hospitales Sant Pau, Dos de Maig y Clínic, en los cuales trabajadores y vecinos luchan en contra de las medidas del Govern que deteriorarán sensiblemente las condiciones de trabajo y el acceso a un servicio fundamental por parte de los usuarios. Otros puntos del recorrido incluyeron a Aguas de Barcelona y Comsa-Ente, empresas que a pesar de sus beneficios millonarios, no tienen ningún tipo de escrúpulos en enviar a sus trabajadores a la calle para engordar aún más.
El autobús también se detuvo delante del Departament de Territori i Sostenibilitat, donde los trabajadores de la sección de CNT fueron despedidos tras denunciar su situación de subcontratación y cesión ilegal, y que fue una magnífica ocasión para recordarle al Departament que no será con la represión que se acallará la voz de los trabajadores.
El autobús tampoco quiso olvidar las actuales luchas sociales y vecinales que sacuden Barcelona, terminado su recorrido en el Raval para apoyar el intento de detener el desahucio de cinco familias, el cual, afortunadamente, no llegó a producirse gracias a la presión popular.
Por la tarde, una manifestación unitaria recorrió las calles de la ciudad denunciando a los principales responsables de la actual ofensiva en contra de la clase trabajadora, como el Foment y el Govern de la Generalitat, culminando con un mitin en Plaça Universitat. Una manifestación alegre y combativa, que logró terminar el recorrido sin incidentes a pesar del imponente despliegue policial. Una manifestación que escenifica la unidad de las fuerzas sindicales que no se resignan ante los pactos y los recortes, y que se encuentran más decididas que nunca en continuar con la lucha y responder en la calle y en los centros de trabajo a los ataques del Gobierno y la Patronal.
En definitiva, el 29-S en Barcelona fue una jornada de lucha, la primera, esperamos, de muchas más que vendrán.
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29S, La lucha está en la calle. Hacia la Huelga General
