El pasado jueves 12 de junio CNT-Enseñanza acudió a la concentración frente a la asamblea de Madrid que convocaron CC.OO., UGT y cía. Dicha concentración formaba parte de las últimas movilizaciones contra las privatizaciones de la administración Aguirre.
Allí llegamos cuando nos encontramos con una desagradable sorpresa: el número de manifestantes rondaba la flaca cifra de 300 personas.
Poquitas eran las banderolas de plástico de UGT y CCOO. Suponemos que sus liberados sindicales no querrían interrumpir su siesta a esa nefasta hora (16.30h) después de una dura jornada de no trabajo.
Pero siempre hay excepciones. Es el caso de un presunto liberado de CCOO, que al leer nuestra opinión en el panfleto que repartimos ese día, se acercó a nuestro grupo formado por 30 militantes e increpó a uno de ellos de forma chulesca y agresiva señalando que sólo decíamos mentiras y no sé qué más. Cuando nos acercamos algunos a ver qué le pasaba al tipo enorme de la barriga planetaria, estrujó el panfleto en nuestras narices y lo arrojó al suelo en un acto de indescriptible virilidad después de pedirle que nos enumerara las supuestas mentiras: ¿quizá mentimos al decir que el sindicalismo de CCOO y UGT es un sindicalismo subvencionado? ¿O quizá mentimos al señalar que las movilizaciones se deciden y planean desde los despachos de los peces gordos sindicales y no en asambleas de trabajadores?
Satisfechos/as seguimos coreando nuestros lemas. La conclusión es clara. CNT está en la calle en todas y cada una de las movilizaciones contra la privatización de la enseñanza y eso molesta a los que viven y muy bien de un sindicalismo pactista y en no pocos casos corrupto. Porque nosotros/as no nos callamos y nuestra independencia es absoluta al no recibir dinero ni del Estado ni de nadie que no sea un trabajador o trabajadora.
Volviendo a la crónica de la concentración, señalar que la gente se animó y después de permanecer una hora sobre la acera a 30 metros de la puerta de la Asamblea, se lanzó a cortar esa estrecha carretera tras unos instantes de tensión con los numerosos señores azules de las porras y las pistolas.
Allí ya sólo quedábamos los de CNT y los/as miembros y simpatizantes de algunas de las plataformas en defensa de la escuela pública que hacia las 18.30h escenificaron la muerte de los CAP y los EOEPs en un entierro simbólico que denunciaba el desmantelamiento de los departamentos de orientación y de los mencionados centros de formación del profesorado.
Cuando ya nos disponíamos a marchar apareció Inés Sabanés (¿Izquierda? ¿Unida?) que se dirigió al centenar y pico de personas que todavía estábamos allí. El ruido nos impidió entender lo que dijo, pero a pesar de todo, su olor a democracia capitalista nos dejó un regustillo amargo del que todavía hoy nos cuesta librarnos.
Secretaria de Prensa, Propaganda, Cultura y Comunicación.
Sindicato de Enseñanza e Intervención Social de CNT AIT Madrid
