El próximo 27 de septiembre se celebra el día mundial del Turismo, este año la celebración se enmarca en un contexto de mejora de los datos de visitantes a nuestra ciudad, y está dedicada a la mejora de la accesibilidad, un objetivo importante, que compartimos
Mientras los empresarios del turismo no dejan de reclamar inversiones e infraestructuras, que pagamos y nos endeudan a todos y todas, los beneficios que está actividad genera se quedan en cada vez menos manos y no llega a los trabajadores y las trabajadoras.
Trabajo sin contrato, contratos temporales y formativos que no lo son, contratos a tiempo parcial que esconden largas jornadas, salarios cada vez más miserables, horas extras obligadas y no pagadas, falsos autónomos, incumplimientos en materia de descansos, vacaciones, permisos, conciliación, persecución sindical y externalización de servicios son algunas de las situaciones que padecen quienes trabajan en el sector turístico de Córdoba.
Nos quieren como proveedores de turismo barato, con salarios y derechos reducidos, para poder competir con otros destinos mientras que tenemos que escuchar un discurso oficial sobre el turismo, en el que pareciera que la dura situación laboral que lo acompaña no formara parte de la realidad cotidiana de miles de cordobeses y cordobesas. No es casualidad que compaginemos en los últimos años cifras récord de visitantes turísticos y emigrantes económicos.
Para acabar con esta situación, necesitamos más sindicato, no hay mejor herramienta de redistribución de los ingresos que genera el turismo en favor de la mayoría social, ni mejor antídoto contra la precariedad y la explotación laboral que la implantación sindical en el sector, empresa a empresa.
Cualquier institución que quiera, en serio, hablar de sostenibilidad, de calidad, de diversificación y profesionalización del sector turístico, debería tener la persecución de la explotación laboral en el sector entre sus prioridades y el fomento y la protección de la organización de los trabajadores, como eje fundamental de su política turística.
Objetivo prioritario debería ser el refuerzo de las inspecciones de trabajo y la persecución, sin contemplaciones y ejemplarizante, de quienes incumplan la legislación laboral.
Es necesario reclamaa que desde los distintos ámbitos de gobierno se coloquen los derechos laborales como criterio fundamental para la contratación pública, las subvenciones y el apoyo institucional a iniciativas turísticas, acabando con los parabienes con las patronales del sector cómplices y beneficiarias de esta situación de precariedad laboral.
Pero es a los trabajadores y trabajadoras del sector a quienes nos corresponde la iniciativa de organizarnos para acabar con esta situación.
En ese sentido desde CNT se ha puesto en marcha la campaña #HosteleríaDigna de información y organización de los trabajadores del sector.