Bajo el lema, Que el paro no te pare. ¡Movilízate y Lucha! la CNT Canarias se concentró en la Plaza Weyler el sábado 28 de marzo, a las 12 de la mañana
El sábado 28 de marzo, dentro de la campaña nacional de movilización contra la crisis, la CNT Canarias convocó una concentración en la céntrica Plaza Weyler de Santa Cruz de Tenerife. Bajo el lema “Que el paro no te pare. ¡Movilízate, Organízate y Lucha!”, y contando con las canciones del compañero Kakó, un nutrido grupo de afiliados de la CNT, a pesar de la fuerte lluvia caída a lo largo de la mañana, mostró su repulsa ante la situación que sufre la clase trabajadora en este país, condenada a cargar sobre sus espaldas todos los desmanes cometidos por el Capital. Por un lado, para poder tener una vivienda, los obreros y obreras tienen que hipotecarse de por vida (cuando no, incluso dejar en herencia esta deuda a tus familiares); por otro lado, sufren la precariedad laboral, con jornadas de trabajo interminables y sueldos que sólo sirven para mantenerte en la más profunda miseria. Pero si esto no era poco, ahora se convierten en los principales afectados por la crisis financiera creada por los tiburones capitalistas, sufriendo la más aterradora oleada de despidos que se conoce en los últimos 30 años. Y todo ello con la complicidad manifiesta de la clase política que, día sí y día también, se encarga de criminalizar a todo aquel que osa alzar su voz de protesta, apoyados en este plan orquestado para desmovilizar cualquier movimiento reivindicativo, por todos los medios de comunicación.
Ante este hecho, no nos extraña que nadie haya pedido responsabilidades ni a los bancos (principales beneficiarios de las ayudas del Estado) ni a los políticos (que han permitido y potenciado este estado de cosas) ni a los empresarios (que han especulado y están especulando con la vida de los obreros de este país). Nadie ha tenido que explicar el porqué de los continuos fracasos de los Planes de Vivienda (que hubiera facilitado el acceso a la vivienda social, imposibilitando esta economía especulativa que ha llevado al endeudamiento de buena parte de la población española) ni cómo esta clase empresarial, beneficiada hasta límites insospechados con políticas fiscales y excensiones tributarias de todo tipo, ahora no tiene “capitales” para hacer frente a sus deudas. Nadie se ha sonrojado al ver que la única solución propuesta por el gobiernno haya sido dar dinero a los que más tienen, los bancos, para que puedan seguir obteniendo ingentes beneficios mientras el trabajador queda completamente desamparado ante el terrorismo patronal y su política de despido generalizado.
Ante esta realidad, que pretende hacer culpables de todos los males a los obreros y obreras de este país, sólo queda una solución: hacer oír tu voz y movilizarte, salir a la calle y señalar con el dedo a los verdaderos culpables: Empresarios, Políticos y Banqueros.
¡Que se vayan todos!
¡Que no quede ni uno!