A pesar de los fuertes debates previos a la manifestación antifascista del 21 de noviembre, bastante más de tres mil personas – divididas en tres bloques – recorrimos la calle Atocha hasta la Puerta del Sol en muestra de repulsa al fascismo.
Que el antifascismo no es un fin en si mismo quedó patentemente remarcado con la división de la manifestación en los tres bloques asistentes: el de la Coordinadora Antifascista, el Anarquista y el Bloque Autónomo, cada uno motivado por propuestas concretas de organización.
Desde nuestro Sindicato no vamos a hacer ninguna valoración acerca del número de asistentes a cada uno de los bloques (pues nos parece intrascendente) ni a cuestionar las razones que cada manifestante consideró para tomar la decisión de ir en uno u otro cortejo. La precipitación y confusión generada en torno a la convocatoria han dado este resultado.
Como responsables de la convocatoria para asistir como anarquistas y libertaries a la manifestación, tan sólo agradecer a aquellos compañeros y compañeras que decidieron conscientemente acudir junto a nosotres. Sentimos no haber tenido la celeridad para hacer comprensible nuestra convocatoria a les que asistieron a otro bloque y sentimos que todas estas cuestiones previas a la celebración del acto hayan podido desmotivar a otres.
Siendo conscientes de que este Sindicato de Oficios Varios de la CNT de Madrid no es quien para iniciar la necesaria coordinación entre les anarquistas de Madrid, ratificamos nuestra voluntad de hacer todo lo posible para impulsar la presencia del anarquismo en la vida social madrileña y, en este sentido y ajenes a todo protagonismo, estamos dispuestes a colaborar en la creación de una comunicación y una coordinación más estrecha y enriquecedora entre todos los grupos e individualidades que se reclaman del igualitarismo y la libertad, de la Anarquía. Es hora de que los grupos específicamente anarquistas realicen su trabajo, desde el respeto a todas las diferencias, y aglutinen los deseos de libertad real e igualdad económica que creemos mantiene la mayoría de la población.
Sabemos que el término anarquista, a pesar de su enriquecedora y creativa diversidad, tiene clara consciencia de qué es la colaboración, el apoyo mutuo y la acción directa no delegada es el único camino para acabar con el domino del capital y del poder, sin ejercer en ningún momento de vanguardia o contención de los impulsos sociales.
Incitamos desde aquí a todos aquellos colectivos e individualidades libertarias y anarquistas para que, desde fuera del Estado y en oposición a él, iniciemos los procesos para confluir en una presencia cotidiana aún más activa. No sólo en el campo del antifascismo sino en el de la subversión general del orden y las formas Capitalistas.
Este 20N quedó atrás, por delante la lucha continúa.