Una vez más se nos viene encima otra reforma de los planes educativos diseñada desde élites políticas y económicas. En este caso se trata de otro juego de malabares para cumplir con las exigencias del mercado en la linea de los propósitos del plan Bolonia. Este nuevo atropello afecta a la comunidad universitaria en su conjunto.No es que la universidad no sea ya una institución más al servicio de las empresas, pero sí es cierto que esta reforma supone una nueva vuelta de tuerca en este sentido. La bajada cualitativa del título de grado empuja, a efectos prácticos, a la realización de másteres con su consiguiente puñalada económica en los bolsillos del estudiantado. Con esto se conforma un mapa laboral que, por los sucesivos cambios de valor de los estudios universitarios (licenciaturas, grado de cuatro y tres años), se ve estratificado en escalas de precarización que servirá a las empresas para sus turbios intereses. Y esta estratificación se reflejará más aún en la sociedad, al elevarse hasta un 66% las tasas universitarias, dejando en las puertas de esta a miles de personas, aumentando el paro juvenil. Por otro lado, y no es menos, los contenidos de las carreras universitarias se verán altamente medradas.
No hay que ser matemático para ver que una reducción de los créditos, y un encarecimiento de la universidad que imposibilitará a un gran número de personas el ingreso a estas, devendrá en reajustes en las plantillas tanto del personal docente e investigador (PDI) como del personal de administración y servicios (PAS), a parte de una precarización de estos sectores debido a la menor inversión en las enseñanzas,que recordemos, han sufrido un recorte de hasta 1500 millones de euros en los últimos años.
Ante esta situación pensamos que solo la comunidad educativa autoorganizada será capaz de poner freno al proceso de mercantilización de la universidad. La lucha, tanto contra el 3+2 como ante cualquier reforma, debe plantearse desde la acción directa de los afectados, sin líderes ni mediación alguna. Solo organizados, sabremos marcar la hoja de ruta de nuestra lucha nosotros/as mismos/as, sin que cúpulas sindicales decidan cuando es la hora de claudicar.
En este contexto general de subordinación de la enseñanza al capital, la CNT no se limita a decir no. No aceptamos ni esta reforma ni el actualmodelo del sistema educativo. Algunas de nuestras propuestas son:
– Desvinculación de la Universidad de las imposiciones del capital.
– Universidad y educación gratuitas.
– Empoderamiento paulatino de los órganos de decisión de la Universidad y las diversas instituciones educativas por parte de toda la comunidad, bajo los principios del asamblearismo, la participación y la horizontalidad, desde un federalismo de abajo hacia arriba coordinado por las diversas ramas académicas, encuadradas en facultades, con la unificación de personal PDI, PAS, becarios y estudiantado, y esta organización en facultades coordinadas a su vez en en la Universidad, cuyo Rectorado se convierte en un órgano de gestión, y no de decisión.
– Cese de despidos y rechazo de las horas extras, para el fomento de nuevas contrataciones. Reducción a las 30 horas semanales sin reducción salarial y más reparto del trabajo.
– Fin de externalización de servicios en pro de la contratación directa de la Universidad y de las instituciones educativas
– Rechazo del Comité de Empresa, en pro del empoderamiento de los trabajadores, organizados en secciones sindicales, asambleas y con capacidad de negociación directa sin intermediarios.
– Salida del Ejército, de las empresas y de la Iglesia de la Universidad y de los centros educativos.
Ante el 3+2, ante la mercantilización de la Universidad, todas y todos a la calle. Por un sistema de enseñanza al servicio de quienes lo componen.
Estudiantes, PDI y PAS en lucha contra la Universidad del Capital.
AUTOORGANIZACIÓN
Y ACCIÓN DIRECTA
CNT-AIT Enseñanza Granada