Es por tod@s conocido que el gobierno, sus aliados de la patronal y sus sindicatos oficiales pretenden hacernos creer que tienen una solución para la crisis. Estas son algunas de sus propuestas:
– Retraso de la edad de jubilación hasta los 67 años.
– Aumento del periodo del cómputo de la edad de jubilación.
– Nueva reforma laboral con su medida estrella: el despido de 33 días por año trabajado.
Pero lo que no dicen ni el gobierno, ni sus aliados, la patronal y sus sindicatos oficiales, es que las nuevas medidas suponen pérdidas de derechos laborales, pero ¿para qué? ¿Alguien cuestiona los beneficios de las grandes empresas? ¿Piensan subir los tramos máximos impositivos en los impuestos de los más ricos? ¿Pagarán los empresarios las quiebras de sus empresas mal gestionadas? No, pues nos imponen la economía de beneficios para los empresari@s y de socialización de pérdidas que tod@s pagamos.
En un país donde los salarios están muy por debajo de la media de la UE; donde existen más modalidades de contratación eventual que en ningún otro de nuestro entorno, lo que multiplica la precariedad en el empleo y, con ello, la siniestrabilidad laboral; donde el gasto social no llega al 40%, mientras se reparten 99.000 millones a los bancos y se subvenciona a las empresas; donde se privatiza desde la colocación de trabajadores/as mediante las ETT’s hasta la sanidad…
En este país todavía tienen la desfachatez de pretender que seamos l@s más perjudicad@s l@s que carguemos con los males que solo ell@s han creado. Nosotros y nosotras, sin embargo, tenemos muy claro que existe otro camino para atajar la actual situación de crisis sin necesidad de recortar, todavía más, los derechos de l@s trabajadores/as:
– Reducción de la jornada laboral: que estimularía el empleo, bajando el desempleo y mejorando la calidad de vida dentro y fuera de los puestos de trabajo.
– Supresión de las horas extras: que causan un profundo perjuicio a la economía tanto individual como colectiva.
– Eliminación de las subvenciones a empresas, bancos y cajas de ahorro: Evitando así el desvío de fondos públicos, financiados por tod@s, hacia intereses y beneficios privados.
La CNT es una organización de trabajadores y trabajadoras, simple y llanamente. No admite subvenciones y conserva su espíritu de transformación social intacto desde su fundación, hace ahora 100 años. Te invitamos a participar en este proyecto, que día a día demuestra que la única posibilidad efectiva es la solidaridad, el apoyo mutuo y la acción directa de la clase obrera.
