Al final del verano nace la oruga del pino,
pero es en mitad del invierno cuando se produce
su verdadera floración.
El comienzo del frío lo pasan en nidos colectivos,
sin apenas espacio.
Varias camadas en la misma cama.
Y, a mediados de febrero, árboles y suelo bullen de orugas,
en hileras.
La ceguera es la causa
de la procesión.
La estupidez, ese delito.
Miedo a construir
una casa demasiado cerca de un pinar enfermo
y que retoños y guardianes, tan a ras de tierra,
pierdan la lengua por necrosis.
Abandonar el banquillo de los mansos.