La situación laboral que sufren las trabajadoras de Alimerka es de continuas coacciones, amenazas, insultos, acosos y abusos por parte de la empresa a través de sus encargados/as y supervisores.
Sin ir más lejos, el sábado día 14 de Marzo, una compañera nuestra que trabajaba en la panadería de Alimerka supo lo que significaba pedir un día que la pertenecía. La estrategia de la empresa para quitársela de encima fue acusarla, mediante el «chivatazo» de la delegada sindical de CCOO, de haberse comido «el cuerno de un croissant», bollo que la compañera pagó.
La actuación del supervisor fue encerrarla en la oficina y obligarla mediante gritos, amenazas y coacciones a firmar la baja voluntaria, ya que de no hacerlo «lo iba a pasar muy mal y nadie la contrataría nunca en León».
Desde la CNT hacemos un llamamiento a los trabajadores para que se organicen y defiendan sus derechos y a los consumidores para que muestren su queja ante la empresa y no consuman sus productos hasta que readmitan a la trabajadora.