CNT y el decrecimiento para el fin del capitalismo

El sindicalismo combativo, el ecologismo de base y los movimientos sociales reunidos en Xixón hemos debatido sobre qué mecanismos podemos poner en marcha al margen del Estado y las instituciones para enfrentar el escenario de crisis global poniendo los cimientos para la gestión generalizada de las necesidades básicas en un marco de sociedades con menor disponibilidad energética, pero más democráticas y solidarias.

La lógica capitalista no entiende de límites ambientales ni sociales. Cualquier necesidad vital es susceptible de convertirse en nicho de mercado, traspasando la colonización cualquier frontera política, física, social y mental. La sociedad de consumo que comenzó a modularse el siglo pasado ha acelerado el proceso de desculturización con las nuevas tecnologías de la comunicación e información como última palanca. Los movimientos de base hemos pasado de tener la hegemonía cultural a principios del siglo XX a ser irrelevantes en la tormenta comunicativa actual. Esto ha llevado a una banalización de la vida, la naturaleza y la sociedad que difícilmente podemos enfrentar con los medios convencionales. A pesar de todo, contamos con la experiencia acumulada de siglos de lucha, con la memoria viva de concejos, ateneos, grupos, sindicatos… que tantos problemas resolvieron y que siguen siendo capaces de aunar luchas en respuesta a las agresiones de los poderosos en sus más diversas manifestaciones: capitalismo, patriarcado, extractivismo, racismo, fascismo…

Del mismo modo que los pueblos originarios sitúan la vida y la naturaleza en el centro de su lucha, el sindicalismo combativo, el ecologismo de base y las plataformas de defensa del territorio se comprometen a entrar en confrontación con las múltiples empresas que ponen los intereses especulativos por encima de las personas y el medio ambiente; a instaurar y promover una nueva cultura de los cuidados; a apoyar los proyectos autogestionarios que están construyendo una economía alternativa y solidaria que hace posible no solo satisfacer necesidades vitales restaurando la naturaleza sino también una reconstrucción de los lazos sociales de abajo hacia arriba.

El caos climático, pero sobre todo la extinción de la biodiversidad y un más que probable colapso de las sociedades industriales están poniendo en peligro un modo de vida consumista e irreflexivo pero que no debe ser sustituido por otro aún más totalitario. Ante el peligro de que esto ocurra, es fundamental organizarse y sembrar nuevas alternativas desde la escucha, y también desde la acción.

Más información en: apoyomutuoocolapso@riseup.net.

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