El secretario de comunicación y formación del Comité Regional de Extremadura de CNT, Jon Álvarez ha presentado esta mañana ante la Consejería de Industria y Medio Ambiente y ante la Delegación del Gobierno en Extremadura, sendos escritos de alegaciones contra la construcción de la refinería que el Grupo Gallardo y la Junta de Extremadura pretender construir en Tierra de Barros.
Las alegaciones presentadas por CNT ponen en entredicho las aseveraciones de los promotores de la citada industria en cuanto a empleo –se destruye más que el que supuestamente se crea-, el exagerado costo de cada puesto de trabajo en relación a la inversión prevista (2.500 millones de euros para crear 3000 supuestos puestos de trabajo), así como el carácter “ecologista” del gobierno socialista, tanto el de la Junta como del gobierno central, ya que hay un aumento descomunal previsto de emisiones de CO2.
También se hace mención a la tradición contaminadora del grupo Gallardo –recordemos que tienen empleados condenados por ello- y lo poco creíbles que son, por tanto, sus medidas de seguridad ambiental y laboral.
Aunque el grueso de las alegaciones versan sobre aspectos medioambientales, no se obvian los políticos, las relaciones indecorosas entre Gallardo, el PSOE y las administracionespúblicas (autonómica y central).
Con estas alegaciones, CNT se suma a los miles de ciudadanos extremeños y de otros lugares que han pedido al Ministerio de Medio Ambiente que no autorice la construcción de la citada refinería. La salvaguarda del medio ambiente extremeño ha logrado una movilización social sin precedentes, superior incluso a la que paró la central nuclear de Valdecaballeros –que sirvió a Ibarra para hacerse notar y empezar a hacer carrera- que hay que tener en cuenta puesto que construir una industria de este tipo con tanta oposición ciudadana es tener el lío asegurado.