Por si fuera poco con la Reforma Laboral y los Recortes Antisociales, el Gobierno del PSOE se lanza ahora a la fiebre privatizadora, a la militarización de los servicios públicos y a la eliminación de derechos laborales y sindicales por decreto. Están cavando su propia fosa, pero la reacción ha de venir de la clase trabajadora, no de la política.
La Confederación Nacional del Trabajo de Canarias – CNT, a través del presente comunicado, quiere expresar su rechazo categórico tanto a las medidas económico-laborales, como a la prórroga del estado de alarma que ayer aprobó el Consejo de Ministros extraordinario, además de a la intervención militar en cualquier cuestión de la sociedad civil.
Siguiendo lo que ya es una constante en la continua deriva neoliberal, el Partido Socialista, junto a sus socios en este momento, PNV y Coalición Canaria, están poniendo en práctica una serie de reformas dignas de cualquier partido de la derecha ultraconservadora, prueba de lo cual son las recientemente anunciadas privatizaciones de AENA y Loterías, así cómo la eliminación de la ayuda de los 426 euros, único ingreso de miles de parados y paradas en la actualidad. El nuevo conejo sacado de la chistera ayer por el Gobierno, en el sentido de la aprobación de un plan de formación becado, no es más que un intento de acallar las voces críticas a los recortes en las ayudas y, a falta de concretar en que consistiría dicho plan, dudamos mucho que vaya a ser de utilidad dada la forma improvisada y vacía en que ha sido anunciada.
En cuanto a la privatización de AENA, el actual conflicto con los controladores aéreos y la militarización de los mismos hace más que pausible la sospecha de que todo ha sido una maniobra orquestada desde el propio Gobierno para facilitar las cosas a la empresa privada eliminando a los elementos más reivindicativos, pues desde el Ministerio de Fomento se han ido dando los pasos necesarios para que la situación llegara a un límite que supuso el estallido del colectivo, a sabiendas por parte del Gobierno de lo impopular que es el sector de los controladores aéreos y que, mediáticamente, tenían la batalla ganada.
El estado de alarma, y la militarización del espacio aéreo han sido, y son, medidas que, además de ser ilegales por anticonstitucionales, difícilmente pueden tener peor efecto para la convivencia en el marco de la sociedad actual. Hacer actuar al ejército en lo que no es más que un conflicto laboral creado y alentado por los Gobiernos, tanto el actual como los anteriores, supone un precedente gravísimo de resolución, o más bien sometimiento “manu militari”, de todo aquello que el presidente de turno considere. ¿Se hará lo mismo cuándo el personal de Renfe o del Transporte por carretera o marítimo haga una Huelga o medida de presión de las características de la de los controladores? Porque no hemos de olvidar que la situación que las reformas y recortes sociales están generando es más que explosiva, pues son continuos ataques a los derechos de la ciudadanía en general, y de los trabajadores y trabajadoras en particular, tanto en activo, como en paro, como jubilados.
Los pasos dados por Zapatero, siempre con el ojo puesto en unos mercados especulativos que buscan la eliminación del sector público y la extinción del trabajador como elemento de producción con derechos laborales y sindicales, serán difícilmente reversibles cuándo la situación de crisis remita, al tiempo que están generando un aumento de la desigualdad social, un incremento de la pobreza, y una precarización del trabajo que desde CNT entendemos inadmisible, al tiempo que hacen comprensible estallidos sociales que no dudamos acabarán produciéndose si la factura de la crisis, como hasta ahora, sólo la pagan los más desfavorecidos.