El 20 de mayo, domingo, a las 21:43 h de la noche, el gerente de la Universidad Carlos III de Madrid, Juan Manuel Moreno Álvarez, envió un correo electrónico a todos los trabajadores bajo este título: «Huelga 22 de mayo». En él conminaba a los empleados de la Universidad a que avisasen a la gerencia de su intención de hacer huelga el 22 de mayo, día en el que los principales sindicatos del sector habían convocado un paro de 24 horas contra los recortes en educación.
En ese escabroso mensaje se hablaba de la implementación de un sistema de recuento, que «permanecerá activo desde las 8:00 del lunes 21, hasta las 10:00 del martes 22″. Además, se decía: «Mientras el sistema esté activo el usuario podrá revocar cualquier decisión anterior y marcarla en sentido contrario.» Para terminar el esperpento, se recordaba a todos los trabajadores que «este procedimiento será el único utilizado para el recuento oficial de seguimiento de la huelga.»
La sección sindical de CNT en la Universidad Carlos III envió inmediatamente un correo al gerente recordándole que «ningún trabajador tiene obligación de dar aviso sobre su intención de hacer huelga» y que la solicitud a los trabajadores para que preavisen violaba el derecho de huelga y estaba destinado a provocar su fracaso y a crear listas negras de trabajadores díscolos. Le exigimos una rectificación inmediata y le avisamos de que, de no hacerlo, emprenderíamos las acciones legales que considerásemos convenientes.
Las secciones de los sindicatos electoralistas con representación en esta universidad (UGT, CCOO y CGT) también pusieron el grito en el cielo con emotivos mensajes a las listas de correo de los trabajadores a las que tienen acceso. Sin embargo, según hemos sabido en esta sección sindical, acabaron resolviendo la cuestión con unas palmaditas en la espalda del gerente en la siguiente junta de personal.
Pero la CNT no se calla. Sólo nos faltaba que, además de vender nuestra universidad a una jauría de empresas y entidades financieras (Banco Santander, El Corte Inglés, Clevisa, Grupo Arturo, Linorsa, por no hablar de empresas armamentísticas como EASA o Maxam Defence), además de tenernos a más del 60% de los empleados con contratos temporales, además de externalizar y subcontratar todos los servicios básicos, además de fomentar entre los estudiantes los principios de la competitividad, el individualismo y la insolidaridad, además de echar a la calle a decenas de empleados interinos y profesores asociados al final de este curso, sólo nos faltaba que el equipo rector y la gerencia de esta universidad nos chantajease a los trabajadores a propósito de nuestro derecho a hacer huelga.
Que se vayan preparando los que gobiernan esta institución pública que se comporta como una multinacional bananera. En su universidad de la excelencia precaria, en medio de su campus de la estulticia internacional, les ha salido un garbanzo negro.
Nos van a tener que oír.
Denuncia en la Inspección de Trabajo 1 |