La Felguera (Asturias) | FOTO: Concentración de CNT a las puertas de Capgemini | Extraído del cnt nº 422
A principios del 2017 varios compañeros se acercaron al sindicato de la CNT en la Felguera para ver qué posibilidades había de que sus derechos fueran reconocidos.
Capgemini es una de las empresas más grandes de las cuencas mineras con alrededor de 1200 trabajadores. Llegó a la Felguera tras el proceso de desindustrialización con el cierre de la minería y de Duro Felguera, histórica factoría siderometalúrgica a la que la propia Felguera debe su fundación y gran parte de su historia. Esos mismos edificios que acogieron la Duro Felguera son hoy las oficinas donde se ha asentado Capgemini buscando las facilidades que se dan a todas las empresas que se quieren asentar en una zona castigada brutalmente por el paro. Instalaciones gratis, sueldos muy bajos y la docilidad que se supone a quien no tiene más opción que coger lo que hay.
La situación que la CNT se encuentra a su llegada a la empresa es que aparte de los 850 trabajadores contratados directamente por Capgemini, muchos con contratos de formación, hay alrededor de otros 400 contratados a través de consultoras. Estas consultoras actúan como ETTs pero sin serlo y con el agravante de que los contratados a través de ellas tienen peores condiciones laborales aún que los contratados por Capgemini.
Ante esta situación la CNT convoca varias reuniones y se decide constituir una sección sindical de centro de trabajo que aglutina tanto a los trabajadores de contratas como a los subcontratados. Este es uno de los grandes aciertos del sindicato, pues los otros dos sindicatos presentes en la empresa, CCOO y CSIF, solo se preocupan de aquellos que les pueden votar, los trabajadores de Capgemini, abandonando a su suerte a todos los subcontratados.
«Tras un largo proceso judicial, Jorge y David, los compañeros de CNT que abrieron el camino, fueron finalmente readmitidos»
Inmediatamente se nombran delegados de la sección y se presentan las demandas por cesión ilegal de tres compañeros, la reacción de la empresa es pasar a uno a plantilla y despedir a los otros dos. Tras esta agresión la CNT comienza a movilizarse y a animar a todos los subcontratados a denunciar su situación. Son numerosos los piquetes, pegadas de carteles, murales y pintadas que denuncian la situación. Se socializa también el conflicto informando al pueblo y convocando una manifestación que reúne a trescientas personas bajo una lluvia pertinaz.
El juzgado de Mieres falla a favor de nuestros compañeros, pero la empresa recurre al TSJ de Asturias que vuelve a darnos la razón y la empresa recurre al supremo en un intento desesperado por asfixiar económicamente a nuestros compañeros.
La respuesta del sindicato es organizar una caja de resistencia de la que poder proporcionar medios para que las familias de nuestros compañeros puedan subsistir y no nos doblen por hambre. La solidaridad llega a raudales y con ella se aguanta otro año más hasta que el supremo desestima finalmente el recurso de Capgemini y obliga a readmitir a nuestros compañeros.
TRABAJADORES A PLANTILLA
Paralelamente al conflicto de Jorge y David la sección sindical crece y se interponen denuncias a la inspección de trabajo que obliga a Capgemini a pasar a empresa a casi 100 trabajadores de la consultora Zemsania. La empresa una vez más recurre el acta de la inspección. Por otra parte se interponen varias denuncias más, y aquí sí, hasta en cinco ocasiones Capgemini pasa a los compañeros a plantilla en conciliación, sin llegar a juicio.
El papel de los otros sindicatos, CCOO y SAETIC (antes CSIF), ha sido nefasto, mirando a otro lado en el caso de SAETIC o poniéndose del lado de la empresa en el caso de CCOO.
A principios de este otoño la empresa pierde un proyecto por negligencias en la seguridad y su estrategia pasa por despedir a todos los subcontratados, muchos de ellos afiliados a nuestro sindicato, y pasar a los fijos a otros proyectos.
Para hacer hueco decide despedir a dos compañeras de Krell, otra de las consultoras, una de las cuales está embarazada de seis meses. Ante este nuevo despropósito el sindicato decide poner toda la carne en el asador planteándose incluso la convocatoria de una huelga indefinida en dicho proyecto y días de paros para toda la empresa. Capgemini decide entonces readmitir a la compañera embarazada, haciéndola fija de empresa y recibir a la CNT para negociar, cosa que en dos años se había negado a hacer.
El papel de los otros sindicatos, CCOO y SAETIC (antes CSIF), ha sido nefasto, mirando a otro lado en el caso de SAETIC o poniéndose del lado de la empresa en el caso de CCOO. Esto se ha visto reflejado en las elecciones sindicales del 3 de diciembre donde CCOO ha perdido la presidencia del comité y la abstención ha sido del 52%. Nos preguntamos ¿qué representatividad tienen unos sindicatos que han conseguido 380 votos de entre más de 1200 trabajadores? Nosotros lo tenemos claro: ninguna. El único sindicato que hay en Capgemini es la CNT y no solo por tener razón, sino por tener fuerza y capacidad para imponerla.
Actualmente tenemos varios juicios pendientes y seguimos en la lucha para terminar con la cesión ilegal, las sentencias que se han conseguido sientan precedente para todas las empresas TIC que emplean estas consultoras conocidas como «cárnicas». Entendemos que tras los precedentes que hay el camino a partir de ahora será más fácil y que gracias a la acción de la CNT en un año o dos veremos cómo desaparecen las cárnicas de Capgemini, porque como siempre hemos defendido «a igual trabajo, iguales derechos».