A pesar de los
mensajes optimistas de los gobiernos estatal (PP) y Autonómico (CC), Canarias
sigue siendo de lo peor a la hora de conseguir un empleo, mantenerlo, no tener
un accidente en horario laboral y vivir para contarlo.
Puede ser que a
mucha gente lo dicho anteriormente le suene catastrofista, o que crean está
basado en el interés en criticar a toda costa a los partidos en el poder y al
sistema actual, pero sólo hay que darse una vuelta por el áspero mundo de las
estadísticas para constatar la realidad de las afirmaciones realizadas.
En Canarias hay
actualmente 362,300 parados y paradas (Encuesta
de Población Activa; 3º trimestre 2014; Instituto
Nacional de Estadística) sobre un total de 1.086.200 personas en activo, lo
cual supone una tasa de paro del 33,36%.
Tanto paro
contrasta con las noticias que salen en los periódicos sobre las tasas de
ocupación hoteleras, casi siempre rozando el 100%, pero que no están aportando
casi nada a la disminución del desempleo en Canarias, al tiempo que sí lo hacen
para aumentar los niveles de precariedad y siniestralidad, pues de todos y
todas es conocido que se está exigiendo a las trabajadoras y trabajadores, bajo
amenaza de despido y con la argumentación de “ésto es lo que hay”, la
realización de jornadas por encima de las contratadas y de las reguladas por
Convenio Colectivo, sin que ello suponga una retribución proporcional al número
de horas trabajadas.
Si a ello unimos
que las contrataciones que priman son las eventuales, y que las indefinidas han
llegado a equipararse a las anteriores por los recortes en derechos e
indemnizaciones por despido, y que las empresas siguen con su nefasta política
para la salud laboral de ahorrar en formación y equipos de prevención de
riesgos laborales, no es de extrañar que la previsión es de que el número total
de accidentes laborales se haya incrementado en el año 2014 con relación al año
anterior, llegando a superar los 20 mil entre leves, graves y mortales.
En éste último
capitulo podemos decir que son aproximadamente 25 víctimas mortales con las que
cerraremos este año se supera el centenar en el período comprendido entre 2010
y 1014, en todo el Estado más de 450 en 2014 y 3.050 para ese tramo de cinco
años, cifra que viene a recordarnos que estamos lejos de lo que sería
aceptable: 0 accidentes-0 muertes.
Ante esto desde CNT
reiteramos nuestro compromiso de lucha, y más cuándo al tiempo
hemos de soportar la burla hacia los trabajadores y trabajadoras que la
patronal, el Banco de España, el Gobierno del PP y del CC llevan a cabo al
largar las contiunas estupideces sobre el fin de la crisis, la necesidad de
contener o incluso reducir salarios y derechos, permitiéndose incluso el Gobierno
estatal en organizar una exposición itinerante sobre la mejora del empleo en
España. ¿Incluirán en esa exposición los nombres de las personas que han muerto
en accidente laboral durante su mandato? ¿Y las de quiénes se han suicidado por
perder su empleo?
Frente a ello sólo
nos queda la constancia y la coherencia en la lucha, la exigencia de mejorar
día tras día en la prevención de riesgos laborales, la denuncia contra los
incumplidores y el objetivo acabar de una vez por todas con el régimen de
explotación que está llevando a mucha gente a la desesperación, a renunciar a
su dignidad por llevar diariamente un plato de comida a casa y a perder la vida
en el intento.