El pasado miércoles 5 de abril de 2017 fallecía a los 97 años un hombre íntegro, una persona de fuertes convicciones, socialista y anticlerical, Ángel Fernández Tijera, más conocido como Ángel Tijera.
Lo conocimos en la fase previa de organización de las I Jornadas Contra el olvido que durante unos años llevamos a cabo desde la CNT de Canarias, y ya desde el principio se nos mostró como un gran comunicador, deseoso de contar su experiencia vital a todo el que quisiera oírle, sobre todo a la juventud, para que conocieran de boca de un superviviente el terror franquista, pues no en vano Ángel Tijera pasó por las cárceles del régimen franquista con tan sólo 16 años, logró huir a la carrera del pelotón de fusilamiento en su Cantabria natal, y fue condenado a trabajos forzados en un batallón de presos republicanos, el 91, cuyo emblema pintó en su casa de la Playa del Socorro como recuerdo de esos duros años y de sus compañeros.
Pero mejor retomamos lo que fue el resumen de aquel acto:
“Este Batallón estaba compuesto por jóvenes del Norte peninsular, sobre todo cántabros, muchos de los cuales ni siquiera habían llegado a combatir antes que este frente cayera en 1937. Tras el fin de la guerra civil fueron llamados a filas, sacados de campos de concentración y cárceles y llevados a Madrid, donde se formó el «Batallón 91». En trenes de ganado, sin más alimento que dos o tres latas de sardinas, y en pleno agosto fueron trasladados a Cádiz, donde llegaron menos de los que salieron por las muertes que se produjeron en este viaje infernal.
Su periplo no terminó en la ciudad de Fermín Salvochea, sino que continuó por vía marítima hasta Canarias, siendo el batallón repartido entre Tenerife, Gran Canaria y Fuerteventura, o como los presos le denominaban, «Fuertedesgracia», ya que en esta isla muchos dejarían su vida dadas las penosas condiciones que hubieron de soportar.
En Tenerife realizaron obras públicas como las carreteras de Puerto Santiago a Tamaimo, un tramo de la de Arafo hacia la dorsal, y la carretera que conecta las Cañadas del Teide (Boca Tauce) con el pueblo de Vilaflor, lugar donde por más tiempo se prolongó su estancia, y del que guardaron siempre un emocionado recuerdo. Y es que en el pueblo canario, desde la misma llegada al muelle de Santa Cruz del barco prisión, encontraron solidaridad y apoyo mutuo, fundamentales en una situación de precariedad como la que les tocó padecer.”
Àngel volvería a Tenerife, donde se casó y tuvo descendencia, viviendo en Arafo hasta el fin de sus días, y de dónde salía para allí dónde se le invitara a seguir luchando con la palabra contra quiénes quieren imponer el olvido del franquismo o la tergiversación de lo sucedido en esos años.
El compañero Tijera todavía tuvo fuerzas para subir en noviembre de 2015 hasta dónde se ubican los restos de uno de los campamentos del Batallón 91, más arriba de Vilaflor, participando con Manuel de Cos, ahora ya el último superviviente de los integrantes del mismo, en un homenaje que se les hizo, descubriéndose una placa alusiva.
Aunque él se haya ido físicamente, perduran su voz y sus palabras en nuestro recuerdo, en libros, periódicos y páginas web. Compañero Ángel Tijera, que la tierra te sea leve.
Autor: Jose Luis Real Baltar