En 1997 el servicio de retenes de incendios forestales de pronto fue privatizado por la comunidad de Madrid. Casi medio millar de trabajadores de las zonas rurales sufrió una notable perdida de nivel adquisitivo, los peones por ejemplo pasaron de cobrar 126.000 pesetas a 72.000 por realizar el mismo trabajo. El presupuesto tuvo un sobrecoste de 80 millones de pesetas más que el anterior y fue aumentando en sucesivas campañas. La maquinaria, herramienta, equipamiento, etcétera, fue exactamente el mismo que las campañas anteriores, los cursos de formación fueron peores y realizados fuera del horario laboral, la coordinación con la antigua agencia de medioambiente fue obstaculizada, y el servicio en general fue de peores condiciones y bajo presión. ¿Dónde fue a parar todo ese dinero robado a los trabajadores y a las arcas públicas.? Al bolsillo del empresario.
Gallardon primero y luego Esperanza Aguirre, entregaron a la empresa MATINSA la gestión de los retenes de incendios. Durante los dos primeros años de la privatización la sección de CNT convocó las primeras asambleas abiertas, recogidas de firmas, y llevó el proceso de privatización a los tribunales para que los contratos fueran fijos discontinuos y equiparar los salarios con años anteriores. Sorpresivamente la sentencia fue desfavorable. Aun así se continuó con la acción directa, que poco a poco fue decayendo ya que los compañeros de CNT fueron abandonando el sector, y los sindicatos del sistema iniciaron sus consabidas maniobras: elecciones sindicales, comités de empresa, subvenciones, y manipulación de asambleas mientras las hubo.
MATINSA inició un proceso represivo dirigido a los trabajadores más díscolos, anarcosindicalistas, ecologistas, etc. Para ello depuraron los cargos intermedios (encargados), poniendo en ocasiones al frente de las cuadrillas a pequeños caciques locales o a sus allegados. Hay que tener en cuenta que en la agencia de medio ambiente se entraba por unas pruebas, y un baremo de puntuación basado en la experiencia, formación y capacitación, mientras que en la empresa privada se entra a dedo.
Trascurrida ya una década descubrimos que la precarización del sector ha sido muy aguda y numerosos los represaliados. Afortunadamente en este verano ha habido pocos incendios y desafortunadamente muchos despidos. El ultimo, como no, lo ha sufrido una afiliada de CNT por discrepar con un encargado que es famoso por tratar a los trabajadores con desprecio y prepotencia, que no tiene el mas mínimo de educación y que falta constantemente el respeto. Parece que MATINSA considera que con la presión y el mobing se logra el ambiente adecuado para ir a atajar un incendio en el que te puedes jugar la vida.
La Sección de Servicios Públicos de CNT Madrid, se reunió con la empresa para llegar a un acuerdo y readmitir a la compañera reubicándola en otro retén, ya que en muchas cuadrillas no se han cubierto todos los puestos de trabajo acordados con la comunidad. Y puesto que la empresa reconoce la improcedencia del despido, veíamos factible esta solución. La patronal sin embargo no dio su brazo a torcer y sin ningún tipo de argumentación, se cerró en banda en un alarde de corporativismo patronal.
Llegada a esta situación, la CNT iniciara las acciones que crea oportunas contra la empresa MATINSA, perteneciente al entramado capitalista FCC.
¡¡ BASTA DE CACIQUISMO EN LA SIERRA NORTE !!
LOS SERVICIOS, NI PÚBLICOS NI PRIVADOS, AUTOGESTIONADOS.
Sección de Servicios Públicos de la Federación Local de CNT Madrid.