El ilustrísimo señor Don Mariano
Rajoy acaba de darnos otro mordisco en la yugular para desangrarnos un poquito
más si cabe.
Él, y su equipo de gobierno, han
decidido, entre otras “medidas de ajuste” (que eufemismo más lindo), quitar la
próxima paga extraordinaria de Navidad a los funcionarios, y para que no les
duela mucho la herida alegan que “estudiarán”
la posibilidad de hacer lo mismo con los miembros del Congreso.
Así nos gusta a los ciudadanos de
a pie, que a nosotros nos aprieten el cinturón hasta hacernos sacar la lengua y
sus señorías estén “estudiando” la posibilidad de colaborar con ese sacrificio
que nos imponen a todos/as, cuando deberían ser ellos/as los primeros en dar
ejemplo.
En la misma tónica anuncian
también que reducirán el número de concejales de los ayuntamientos, ya que
sobran entorno al 30% de los mismos.
No seremos nosotros quienes lo
pongamos en duda, pero por lo visto los señores diputados y senadores están en
un número justo y adecuado a las funciones que ejercen, ellos no son “demasiados”
y sólo ajustan las cuentas pequeñas, el chocolate del loro, sin que a sus
señorías les salpique el asunto.
Y para rematar la faena, además
de cargar a los trabajadores/as, y ciudadanos más desfavorecidos, con todo el
estropicio, (que tanto PSOE en su día, como PP ahora, han hecho con las cuentas
del Estado, creando un inmenso agujero del que nadie responde), se permiten la
chulería de llamarnos VAGOS. Porque, por si alguien no se ha enterado, la reducción
que el gobierno va a aplicar al cobro del subsidio de desempleo (pasando de
cobrarse a partir de los seis meses el 50% en vez del 60% como estaba
estipulado antes) no es para ahorrarse dinero (argumento de siempre), sino que
nos espetan que es para incentivar la búsqueda activa de trabajo por parte de
los desempleados.
O sea, que los más de cinco
millones de parados que hay en España lo son porque no buscan con la intensidad
necesaria un empleo; porque haberlo haylo, sólo hay que reducir aún más el
escaso dinero que cobran los parados para que éstos, convertidos en hábiles
sabuesos, olfateen los famosos brotes verdes y encuentren ese deseado currelo
que yace escondido debajo de las piedras. INSULTANTE.
Y mientras, otorgan a la banca
ayudas milmillonarias por haber gestionado pésimamente y con mala fe sus propios
negocios.
Que den ese dinero a los
trabajadores en la forma que quieran, pero que se lo den a ellos, verán como se
estimula la economía con el consumo y crece el empleo. Y que los bancos y cajas
en quiebra cierren, como hacemos todo hijo de vecino cuando hemos puesto un
negocio y no ha tenido éxito, (o lo hemos arruinado nosotros mismos, como han
hecho ellos).
Lo único que nos faltaba ahora, además
de tener que pagar los platos rotos por sus desmanes, es que nos insultaran.
CNT (Sindicato de Oficios Varios de
Badajoz). Secretaría de Prensa y Propaganda.