La subida general de precios impuesta por los monopolios, con el apoyo del gobierno y los gobiernos locales, en la electricidad, el gas, la bombona de butano, el transporte…, junto al crecimiento del precio de los alimentos y el petróleo, merman la capacidad adquisitiva de las familias trabajadoras españolas, agravada por un IPC del 4,5% muy superior al crecimiento de los salarios.
Las clases populares deberemos afrontar este año con fuertes subidas en los productos básicos, de primera necesidad: del 6 % en la electricidad con dos subidas en el año(acumula un 11% este año), del 4,24% en el gas, el 10,3% en la bombona de butano, alrededor del 6% en el transporte, o un 5,8% el agua.
Desde el 1 de enero el gasto medio de los hogares españoles ha subido un 8%. El gobierno «socialista» de Zapatero, y los ayuntamientos a su nivel, aprobando las fuertes subidas exigidas por los monopolios que controlan los servicios más básicos, garantizan los superbeneficios del capital financiero y los grupos que monopolizan y controlan nuestra vida, pagando con el bolsillo de l@s trabajadores/as su política de concentración y expansión, la compra de nuevas empresas.
Justifican las subidas por “el encarecimiento del petróleo”, o porque, como dicen desvergonzadamente las eléctricas, “han de compensar el déficit en sus resultados porque hay un desfase entre la tarifa regulada por el Estado y los costes”. Argumento radicalmente falso, basta ver la cuenta de resultados y los beneficios que obtienen cada año: 4.000 millones de euros (667.000 millones de pesetas) sólo en los 9 primeros meses del 2007, a falta de sumar los beneficios del último trimestre.
La realidad es lo contrario de lo que dice la oligarquía financiera: no suben los precios porque con las tarifas actuales pierdan dinero, sino porque necesitan seguir concentrando su capital y acumulando beneficios. Y todo eso a costa de extraer hasta el último céntimo del bolsillo de los trabajadores. Esa política de precios al alza exigida por los grupos monopolistas más fuertes es la que ha aceptado el gobierno, por lo que las subidas iniciales del año no son las últimas, en julio se volverán a revisar, y a subir, las tarifas de la electricidad, el gas, el butano, el transporte por carretera, etc.
Mientras el gobierno dice dar 200 €, lo que era para tod@s ahora resulta que para algun@s . Los salarios no solo no han subido sino que bajan, incluso la UE quiere que la jornada laboral aumente a 65 horas semanales.La precariedad laboral va a más.
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