La CNT salimos a la calle con orgullo y dignidad. Orgullo y dignidad de clase, el orgullo y la dignidad de la clase trabajadora por nuestra capacidad creadora, por haber construido, con nuestras manos, con nuestras capacidades, todo lo bueno y hermoso que en el mundo puede verse. Orgullo y dignidad de clase por nuestro amor a la libertad y nuestra ética igualitaria, porque no hemos parasitado a nuestros semejantes, no les hemos robado, ni hemos suplantado su voluntad.
El Primero de Mayo es un símbolo de la dureza de los ataques que la clase obrera hemos padecido a lo largo de la historia, pero por encima de todo, lo es de nuestra resistencia y de nuestra lucha. Es símbolo de nuestra capacidad para organizarnos y transformar esta sociedad. Desde la CNT llamamos a reforzar las resistencias contra las políticas neoliberales, a afirmar la necesidad de organizarnos de manera horizontal y a construir herramientas de lucha y un movimiento obrero fuerte, eficaz y contundente en la defensa de nuestros derechos. Un movimiento obrero que integre en la radicalidad de su acción fórmulas positivas y actuales de superación del capitalismo y de construcción de una nueva forma social. Un movimiento obrero solidario, independientemente del lugar de nacimiento de cada persona.
La CNT tenemos a nuestras espaldas una historia de lucha obrera, una historia de dignidad y orgullo, una historia que estamos escribiendo ahora, en el presente. Desde la CNT pretendemos abrir un camino de confrontación con el Capital y el Estado que se dirija firmemente a un cambio social completo, que se dirija a la toma de los medios de producción por parte de la clase obrera, que se dirija a la autogestión amplia, integral, de la sociedad. Una sociedad igualitaria entre hombres y mujeres, una sociedad en la que no quepa la discriminación de ningún tipo.
En nuestro último Congreso, celebrado en diciembre de 2015, la CNT tomábamos acuerdos en este sentido. La CNT acordaba dotarse a si misma de los medios necesarios para encarar la recuperación y colectivización de empresas y el control anarcosindical de la actividad productiva y de la organización del trabajo, lo que supone la decidida voluntad de iniciar procesos revolucionarios que pasen por la toma de los medios de producción y la autogestión integral de la sociedad. Se recuperan para esto las Comisiones de Defensa Económica y el Consejo de Economía Confederal. Es voluntad de la CNT iniciar estos pasos en un sentido realmente transformador. Los fines revolucionarios de la CNT son irrenunciables, la CNT se ha definido siempre como una organización actual y de futuro, y hoy, Primero de Mayo, nos reafirmamos en este camino.
Es el momento de dar el primer paso a partir del que avancemos definitivamente, sin posibilidad de vuelta atrás, para romper con un sistema que no es el nuestro y para construir desde hoy nuestra alternativa, desde la solidaridad, el apoyo mutuo, la autogestión. Salimos este Primero de Mayo como afirmación de que nuestra presencia en la calle y en los tajos tiene una única finalidad, cambiar el mundo desde la base y construirlo sobre la libertad integral de todas las personas, y de que nuestra presencia será permanente, que no decaeremos en nuestra lucha hasta que no consigamos nuestro ideal, la liberación de un sistema asesino, que nos condena a la miseria y a la esclavitud.
Desde el Anarcosindicalismo vamos a comenzar a construir la nueva sociedad. Una nueva sociedad que piense en las necesidades de las personas, una sociedad en la que los privilegios sean sustituidos por la igualdad y la verdadera justicia social, una sociedad en armonía con la naturaleza, una sociedad en la que todos y todas seamos ricos, porque todos y todas tendremos todo lo que necesitamos. Una sociedad digna de la que sentirnos orgullosas y orgullosos.