La globalizacion capitalista ha dejado atrás la concepción taylorista de la producción industrial en masa que funcionaba en base a la estandarización de los productos en grandes complejos fabriles.
Durante aquel periplo historico interesaba que los trabajadores tuvieran salarios aceptables capaces de absorber la demanda.
Con el postfordismo la empresa vertical fordista se rompe en una galaxia de grupos de empresas, en el que las condiciones laborales de los trabajadores ya no son necesarias. Lo que se pretende es buscar nichos de excelencia en un mundo capitalista que muestra signos claros de agotamiento en su contínuo crecimiento, apoyados en todo momento por las administraciones públicas, ante el declive del consumo sostenido únicamente entorno al crédito.
En este sentido y apuntando a lo señalado más arriba el trabajo se convierte en un coste, y no en un factor de demanda, hecho que constituye la esencia de las burbujas financieras, debido a la estructura salarial a la baja.
Con la crisis del 2007-2008 el capitalismo situado plenamente en el mundo de las finanzas como elemento de revalorización, ha seguido su lógica cortoplacista creando contínuas burbujas, que nos llevan al desastre actual.
Por otro lado las multinacionales exigen trabajo barato, evitando tributar a los Estados, desangrando a éstos y endeudándolos, acabando por pasar la factura de la miseria a las poblaciones del sur de Europa.
En el informe que os presentamos a continuación a cargo de Francisco Letamendia se analiza el diagnóstico de la crisis desde la perspectiva de los sindicatos del País Vasco así como el enfrentamiento de los diversos modelos sindicales que representan.
Para visualizar el informe pinchar aquí.
Por Francisco Letamendia
