Las secciones sindicales de UGT, USO, CGT y CNT en la empresa COGESA-Hospital del Tajo están en proceso de negociación para alcanzar un convenio que aplique la lógica laboral a las trabajadoras y trabajadores que prestan servicio dentro del hospital.
COGESA, empresa privada dedicada a la logística y a la gestión de servicios sanitarios, mantiene a gran parte de la plantilla laboral del hospital, caracterizada como no sanitarios (celadores, TIGAS, etc.), atribuida al convenio de oficinas y despachos que no reconoce gran parte de los aspectos esenciales de las funciones desempeñadas en el hospital.
Es preocupante como una plantilla de más de 30 trabajadoras y trabajadores destinados a este fin no tienen una vinculación más acorde al sector sanitario que reconozca las condiciones mínimas desempeñadas en el puesto de trabajo, lo cual repercute en un desarrollo cualitativo del servicio sanitario, siendo la empresa en primera instancia responsable, puesto que la saturación de las funciones y la precarización de unas condiciones laborales óptimas repercuten en el trato al paciente.
Los sindicatos han plasmado reivindicaciones elementales tales como el plus de nocturnidad que actualmente no existe, revisiones salariales a un ya de por sí salario acotado que incluso con prorrateo no llega ni a mileurista, reconocimiento del plus de festivos y domingos trabajados, reconocimiento de los grupos profesionales (TIGA y CELADOR) en el convenio, aplicación de seguros de accidente y vida, acogerse al artículo 44 del Estatuto de los Trabajadores sobre sucesión de la empresa en caso de que COGESA deje de ser titular del servicio del Hospital del Tajo, etc. Las trabajadoras y trabajadores reunidos en asamblea han llegado a la conclusión de que el proceso de negociación del convenio se está enquistando y, parece que la buena voluntad que precedía a la empresa, adolece de credibilidad debido al cariz que están tomando los acontecimientos, que de seguir así, se acabará en los tribunales.
Desde CNT nos sorprende que una empresa líder en este sector, no tenga la capacidad de asumir las tablas reivindicativas y revisiones salariales expuestas por los trabajadores. No creemos que los costes económicos sean tan sangrantes para la empresa como alude ésta, a no ser que no haya voluntad de ceder un ápice respecto a lo económico. Agotar el proceso de negociación dando paso al arbitraje judicial, algo que tendría que dirimirse entre las dos partes afectadas, no es la fórmula más justa para alcanzar acuerdos refrendados y convincentes.
De haber llegado a un acuerdo con las primeras propuestas de convenio sin tanta merma por parte de la empresa hubiera sido positivo para todas las partes, por no estar tan enconados en el tiempo y aportar una solución ecuánime.