Ante los EREs, ocupación de los puestos de trabajo

Otro ERE a la vista. Otro grupo nutrido de trabajadores a casa, y con muchas posibilidades de no volver al trabajo. Este despido masivo afecta a la empresa GFB (Gysum Fiber Board), ubicada en Orejo (Cantabria) y dedicada a la fabricación de fibroyeso. Setenta y siete personas afectadas, a las que hay que unir sus familias, que no nos olvidamos de ellas.

Los administradores de dicha empresa han demostrado con su quehacer que no saben cómo administrar la fábrica. Vamos, ni se ha puesto en funcionamiento al cien por cien. Predijeron 200 puestos de trabajo y tres turnos, pero no han pasado de un turno y 77 trabajadores. Quizás, sea el momento de coger el toro por los cuernos y ocupar dicha fábrica. Que los trabajadores entren allí y se pongan a producir. Y a los que se creen dueños de la empresa, nada. Fuera. Lo que los trabajadores debemos hacer en estos casos no es dejar que nos despidan. Es despedir al patrón. Ellos han sido quienes no han hecho bien su trabajo. ¡Despedidos!

Una cosa tenemos clara en CNT. Quien crea riqueza somos los trabajadores. No sería el primer caso en que los patronos no cogen trabajo para forzar el cierre de sus empresas porque no ganan lo que desean. No es de extrañar esta táctica por parte de la patronal. No les interesa la gente. No miran si tenemos que pagar un alquiler o una hipoteca, o que tengamos que pagar un dineral en libros de texto para nuestros hijos, o que la gasolina esté subiendo como la espuma. Ellos quieren su 10 por ciento, y si no hay 10 por ciento, cierran.

Desde siempre, hemos tenido una opinión favorable en cuando a la creación de colectivizaciones se refiere. Donde la gente trabaja y cobra como igual. Sin importar quien es quien troquela una pieza, o quien firma el contrato que dará trabajo a la fábrica el próximo mes. Tan importante es una persona como la otra. Forman parte del mismo engranaje productivo. Sin embargo, tal y como está montado este obsoleto sistema, se beneficia infinitamente más al que redacta una oferta y logra que se la aprueben, que a quien está ocho horas fabricando la pieza que se va a vender. Genera diferencias entre los trabajadores. Hay que tener en cuenta que el suelo de una de estos ejecutivo, puede ser igual al sueldo de veinte, treinta o cien trabajadores.

Como dijo un compañero en la manifestación del 28 de marzo en Madrid. La emancipación de los trabajadores, será obra de los trabajadores mismos, o no será. Así que nada podemos esperar ni de la Patronal ni del Estado. Están ahí para perpetuarse infinitamente. Los únicos que podemos cambiar nuestro destino, somos nosotros mismos.

Salud y lucha obrera.

RSS
Follow by Email
WhatsApp