Agresión patronal a sindicalistas en una concentración contra la Peluquería Ana Cara

El pasado sábado, día 7 de Noviembre, la CNT-AIT de Granada realizó la segunda concentración contra la peluquería Ana Cara por el impago a una compañera, que fue despedida sin más.

Esta concentración se realizó, esta vez, frente a la peluquería que Ana Cara tiene en la Calle Pedro Antonio de Alarcón. Se desplegó la pancarta y se informó del conflicto a la gente que pasaba por ahí.­

En un momento dado, un compañero que reparte octavillas informando del conflicto, es sorprendido por alguien que pide un ejemplar, y en ese instante le arrebata todos los panfletos. El individuo corre hasta el final de la calle, donde un grupo de personas parecen estar allí para respaldarle. Ante esto, trata de incitar al compañero a dirigirse hacia él. Al no contestar a su provocación, echa a correr y éste grupo apoya su huída. No se le dio más importancia al incidente ya que teníamos bastantes octavillas.

Lo extraño es cuando el sujeto vuelve, y resulta ser el propio Jorge Morales Fernández, dueño de la peluquería. Desde la esquina en la que apareció, el compañero que había tenido este primer encuentro le pide que le devuelva los panfletos, y ante el acercamiento de otros compañeros, tan sólo responde con fuertes insultos hacia los concentrados. A partir de entonces comienza a acompañar esos insultos, con amenazas y provocaciones, pero los compañeros no caen en su juego. El patrón se crece y comienza a levantar el brazo con gesto agresivo. Los compañeros responden en su defensa verbalmente, y se dirigen a continuar la reivindicación.

El patrón se dirige a los concentrados en actitud provocativa, introduciéndose entre los presentes en el acto y generando una situación bastante tensa.

Tras su intento de alterar el carácter de tranquilidad inicial de la concentración, y no conseguir una respuesta violenta, como parecía buscar, entra en su peluquería.

Ante esto, los concentrados siguen informando con el megáfono, sujetando la pancarta, repartiendo las octavillas, etc.

El patrón empieza entonces a realizar fotos a los concentrados, algunos de ellos muestran indiferencia. Otros, en cambio, sencillamente se giran para que no les fotografíe de frente, haciendo uso tanto de su derecho a la intimidad, como de libertad sindical. El patrón, encolerizado, coge a una compañera para darle la vuelta; y en el forcejeo le rompe la sudadera.

En este mismo incidente, empuja con fuerza a otro compañero, cayéndose, éste, accidentalmente y recibiendo un golpe en la cabeza. Cabe decir, que este último agredido, padece una importante discapacidad (de un 75%) que le afecta a la espalda, zona que también se dañó.
En ese momento empieza a golpear a diestro y siniestro, hasta introducirse de nuevo en la peluquería.

Una vez ha llamado a la policía, el empresario, desde el interior del establecimiento, tira de varios compañeros a fin de introducirlos en su local. Tras varios intentos, evitados por el resto de concentrados, éste consigue arrastrar a uno de ellos. Varios compañeros acuden a socorrerle de la fuerte agresión.

Casualmente, este enfrentamiento tiene su inicio en el mismo instante que ve aparecer a la policía desde el fondo de la calle.

La policía aparece finalmente. Ante la situación confusa, llegan muy agresivos exigiendo a todos los concentrados ponerse contra la pared. Entran en la peluquería y sacan a nuestros compañeros.

El patrón con esa estrategia tan temeraria pensaba que iba a incriminar a nuestros compañeros, pasando por alto los numerosos testigos del vecindario y de los comercios de alrededor.

Aunque la policía, en un principio, nos cree los agresores y empieza con el protocolo de detención contra los militantes de la CNT; rápidamente recoge los testimonios de aquellos que han presenciado los hechos, quienes le  aclaran lo que realmente ha sucedido.

De esta manera, nos comunican que no habrá detenciones. Aún así, tras hablar con nosotros, disuelven la concentración sindical alegando la tensión del momento, debido a los altercados; ya que el encargado sale en varias ocasiones manteniendo la misma actitud agresiva, ante el estupor de la policía, que rápidamente entiende lo que ocurre.

Desgraciadamente, nos tuvimos que retirar por orden policial, pero la concentración convocada para el próximo sábado contra la peluquería Ana Cara sigue en pie. En ésta, no sólo se denunciará el conflicto de nuestra compañera, sino también la represión sindical y las agresiones sufridas por nuestros compañeros.

La CNT de Granada interpuso de inmediato las denuncias pertinentes, contra Jorge Morales Fernández. Por supuesto, continúan las concentraciones para hacer oir nuestras reivindicaciones sindicales y demostrar que la estrategia del patrón de echarnos de la calle, por informar de sus prácticas contra los trabajadores, no va a funcionar. Más que nunca, es necesario seguir convocando actos, a fin de tirar por tierra su estrategia y dejar claro que no le tenemos miedo a un explotador sin escrúpulos.

 

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