La más nociva y curiosa especie
es el homo sapiens.
Extermina
o
canoniza
con idéntica pericia.
Su casta domésticamente salvaje
le impulsa a matar.
Repta
e
intenta
a la vez despegar
y perpetuarse en un más allá.
No se cree animal
y aspira
a
ser dios
ya que humano no es.
Se reproduce por ganas de joder.