364 febrero 2010

El centenario como oportunidad de reflexión para
construir el futuro

Cuando una organización que nació con el objetivo de
acabar con la explotación laboral y de hacer una revolución social,
llega a su centenario en un contexto tan lejano a sus objetivos como el
actual, debemos aprovecharlo para mirar al pasado pero sobretodo como
oportunidad de reflexión para construir el futuro.

Más si esa organización es la CNT, con su historial de
luchas, con las huelgas generales, con la pedagogia libertaria, con los
ateneos, sobretodo con esa revolución social del 36 de la que la central
anarcosindicalista, fue un agente fundamental. Por tanto una
organización que estuvo tan cerca de poner en práctica en su tiempo el
ideal revolucionario y que ahora cumple su centenario estando tan lejos
de ella.

Tras haber sobrevivido a casi cuatro décadas de
dictadura, antes de salir de la clandestinidad; lejos nos queda ahora
aquel período de la transición hacia la falsa democracia que nos
vendieron y que muchos grupos anteriormente revolucionarios «compraron»
pensando ingenuamente que un nuevo mundo podía venir desde el reformismo
de estado. No fue el caso de la CNT quien tras un resurgimiento
esperanzador fue arrinconada progresivamente tanto por el auge de la
europeización capitalista como por la criminalización deliberada vía
Caso Scala y otros.

Los 80 y los 90 fueron décadas en las que predominó el
crecimiento desmedido de un modelo capitalista que se basaba en el
expolio creciente de la naturaleza como acompañante privilegiado de la
explotación laboral de siempre pero con una nueva fachada de bienestar
en occidente. El pan para hoy, hizo muy difícil ser anticapitalistas en
una época de descomposición de los viejos movimientos sociales, pero el
auge neoliberal se trataba de un espejismo con fecha de caducidad como
en la primera década del dosmil se ha demostrado.

El choque con la realidad nos llevó a una crisis
ecológica, energética, económica, social, política… Ante la crisis
civilizatoria que nos rodea, la conmemoración de este centenario no debe
hacernos distraer sino al contrario empujarnos hacia una reflexion
constructiva para encarar el futuro.

En un momento en que el capitalismo actual es víctima de
su propia dinámica de acumulación y expansión que le ha llevado a todo
trapo a superar los límites del planeta; cuando el poder se está
recomponiendo con la pretensión de sobrevivir; es cuando nuestro
compromiso desde y con el pueblo, debe llevarnos a ser más activxs, más
valientes y más autoorganizadxs que nunca. Sobretodo debe llevarnos a un
proceso de agregación de fuerzas, que necesitará de una visión
sinérgica de la acción colectiva.

La historia está llena de relaciones de respeto y
camaradería que se dieron entre diversos. alianzas que funcionaron, pese
a que otras se rompieron. El futuro es nuestro si sabemos unirnos en la
diversidad, más allá de siglas y de las malas experiencias, la memoria
debe servirnos para saber tejer las sinergias necesarias para construir
un mundo nuevo mientras participamos de enterrar el viejo.

Podemos vivir sin capitalismo y sin estado si sabemos
cooperar y compartir. Para llegar a crear lazos de reciprocidad entre
todxs hemos de empezar a practicar la solidaridad, entre los diferentes.

Actuemos para que dentro de 100 años la CNT ya no sea
necesaria, que se llegue a acabar con el trabajo asalariado, que el
bicentenario signifique el símbolo de la emancipación popular alcanzada y
que sea celebrado en las plazas de todos los ayuntamientos, que estarán
gobernados en autogestión popular.

Si no ahora, ¿cuando? Si no nosotrxs, ¿quién? Si no
unidxs, ¿cómo?

RSS
Follow by Email
WhatsApp