¡TODOS A LA HUELGA!
El proceso se acelera. Las grandes fortunas de este país quieren serlo aún más y están ávidas de hincarle el diente a lo poco que queda de sector público: la sanidad, la educación, el agua, y también, como no, el transporte.
Continuamente están recordándonos lo mal que estamos, la falta de dinero que sufrimos, las grandes deudas de la administración pública, el peligro de descolgarnos de la Unión Europea, de salirnos del euro, de ser intervenidos… MENTIRAS. Y como toda buena mentira encierra parte de verdad.
Hemos visto todos estos años cómo se ha despilfarrado dinero público sin control por parte de aquellos que ahora nos meten a todos en el mismo barco y nos piden un esfuerzo colectivo. El endeudamiento de Ayuntamientos y Comunidades Autónomas con obras faraónicas absurdas y carreras de Fórmula 1 podría servir de ejemplo. ¿Nadie es responsable? Tienen nombres y apellidos, y son los mismos que mientras se llenan la boca de decir que hay que reducir el despilfarro, atacan las famélicas nóminas de los trabajadores y suben descaradamente los impuestos a todos (independientemente de lo que se ingrese, como es el caso del IVA). Eso sí, se privatizan entidades financieras, se coloca a los adláteres y después se asumen sus millonarias pérdidas con dinero público.
Pero además olvidamos en esta situación los continuos beneficios crecientes que prácticamente todas las grandes empresas han obtenido. Mientras los directivos de Iberia se suben el sueldo un 5%, sus trabajadores asisten a la destrucción progresiva de los pocos derechos laborales que se conservan. Mientras Telefónica presenta una cuenta de resultados de casi 750 millones de euros de beneficios en el primer trimestre de este año, aplica un Expediente de Regulación para destruir empleo y precarizar el existente.
¿Qué significa esto? Si hay un asesinato y el viudo de la difunta cobra el seguro, se convertiría automáticamente en sospechoso. De la misma forma, ¿a quién beneficia el actual estado de pánico? ¿a quién benefician los recortes, la reforma laboral, el aumento del paro, las privatizaciones, la eliminación de restricciones en la apertura de los comercios? Los grandes empresarios, que como decimos no han dejado de obtener enormes beneficios en medio de esta marea de miedo y mentira, se convierten en los sospechosos habituales a quienes deberíamos señalar. Y ahora le ha tocado el turno a Renfe Operadora.
En realidad ha sido la crónica de una muerte anunciada, desde que en el año 2003 apareciese la Ley del Sector Ferroviario y empezasemos a escuchar más alto hablar de “liberalización”. Palabra miserable para ocultar que se está preparando otro negocio particular para los amiguetes a costa de un servicio público que, siendo mejorable, funciona razonablemente bien. Por eso tienen la vista puesta en él.
Aplaudimos que todas las fuerzas sindicales presentes en la empresa hayan decidido convocar huelga para el día 3 de agosto, tras el anuncio de la destrucción de Renfe Operadora y la creación de 4 Sociedades Anónimas. El patrimonio acumulado durante años por el trabajo de hasta cuatro generaciones de trabajadores del ferrocarril va a ser dilapidado a precio de saldo y no podemos permitirlo. No podemos permitirlo ni los trabajadores ni los usuarios, porque además esto repercutirá en la calidad del servicio, en su accesibilidad por la subida de precios (la luz, por ejemplo, ha subido un 70% en los últimos 6 años, el triple que en la UE), y lo que es más importante, en la seguridad. Cualquiera que se asome al proceso de privatización de los ferrocarriles ingleses se encontrará con una buena cantidad de accidentes mortales que llegaron a obligar al ultraliberal John Mayor a renacionalizar parte del servicio en la década de los 90.
Pero hay que tener en cuenta que el ataque no es sólo al ferrocarril. Todos los trabajadores de este país se encuentran afectados directa o indirectamente y en el encuentro con ellos podemos tener una esperanza de victoria que paralice los planes destructivos de este capitalismo salvaje.
Bienvenida sea la convocatoria de huelga del próximo 3 de agosto, y aún sabiendo que se ha esperado demasiado y que la empresa aguantará el envite, sabemos que es necesaria como primer paso para encaminarnos hacia la convocatoria de una huelga general indefinida que haga temblar seriamente los cimientos de su avaricia.
La CNT se sumará a todos aquellos esfuerzos sinceros que defiendan sin matices los puestos de trabajo y los derechos laborales adquiridos tras años de lucha. De igual modo seguirá impulsando su modelo sindical particular en el que se pretende que las asambleas de trabajadores sean el máximo órgano de decisión ante la empresa, sin liberados y sin subvenciones.
EL PRÓXIMO 3 DE AGOSTO: ¡TODOS LOS FERROVIARIOS A LA HUELGA!
¡ORGANÍZATE Y LUCHA!
Sindicato de Transportes de CNT Madrid
Imagen: Pierre Rocke Castell