La jornada de huelga del dia de ayer puede considerarse un éxito
total y rotundo en la ciudad de Compostela. Este éxito queda muy
claro que no es de UGT y CCOO, sino que responde a una
acción de la clase trabajadora como clase enfrentada a la clase
empresarial, pero también situada en posiciones abiertamente
frontales a estos dos sindicatos corporativos que tan bien hacen su
labor de llave entre el gobierno y la clase empresarial. El
seguimento de la huelga fue muy elevado, de cerca del 100% en algunos
sectores.
El dia fue intenso y duro, pero la participación de la CNT estuvo
a la altura de las circunstancias. Desde las cinco de la mañana un
grupo de piquetes de la CNT esperaba en la plataforma de los
autobuses urbanos de Amio al resto de piquetes con los que
continuaríamos la jornada de huelga, de la CIG y la CUT. Después de
paralizar la salida de los autobuses urbanos, un grupo de cenetistas
salieron para el polígono del Tambre mientras otro se desplazaba
para el polígono del Novo Milladoiro. Estos dos polígonos fueron
paralizados en su totalidad. La actitud de CCOO y UGT no pasó más
allá de movilizar un par de coches y un par de silbatos para
molestar a las docenas de piquetes que hacian su trabajo realmente
sindical.
A partir de las nueve de la mañana, nos reunimos en la plaza del
Toral para continuar con la CIG y la CUT los piquetes por el centro
de la ciudad. Este piquete se centraría en la banca, el comércio y
la hosteleria, y fue el más numeroso del dia, sobre trescientas
personas participaron en él. Después de conseguir cerrar la práctica
totalidad de los esteblecimientos, se produjo una violenta carga de
la policia, que una vez más dejó claro que su papel es la defensa
de la clase empresarial y que su lugar nunca estará al lado de los y
las trabajadoras. La carga fue extraodinariamente violenta a pesar de
su corta duración, y terminó con vari@s contusionad@s y herid@s, militantes de la CNT y de la CIG.
A las 12:30 partía de la Praza Roxa la manifestación convocada por la CIG, a la que finalmente se adhirió la CNT. La
manifestación contó con una concurrencia de varios miles de
personas, muy por encima de lo que se esperaba, y obligó a cambiar
el trayecto para finalizar en la Praza das Praterias, dado que la Praza
del Toral, inicialmente prevista para acoger el final de la
misma, no podría con tal cantidad de manifestantes.
Por la tarde continuaron los piquetes por los negocios del centro
de la ciudad y por el centro comercial Área Central, consiguiendo
cerrarlo casi por completo.
En definitiva, la jornada de huelga fue un éxito rotundo, máxime
cuando la convocatoria hecha por UGT y CCOO se sentía tan a
destiempo. Pero lo que se percibió más diafanamente fue el hastío
de la clase trabajadora con el modelo sindical imperante y la
necesidad de un cambio. Hart@s de sindicatos que nos venden, que
actuan como correas de transmisión de los partidos políticos,
asquerosamente inmersos en el capital y en el servilismo a la
burguesia, es cada vez más necesario un sindicalismo independiente,
combativo, obrero.
Parece claro que la nueva reforma laboral abre un escenario
inédito: se consolida el neo-liberalismo en toda su crudeza, después
de los últimos años previos a la crisis económica que han ido
asentando las posibilidades de implantación definitiva. El papel de
los sindicatos será fundamental en el enfrentamiento a este sistema.
Los sindicatos deberán volverse a convertir en sociedades de
resistencia que se enfrenten con dureza a la patronal. Nuestras
condiciones decaerán considerablemente en el futuro, y parece claro
que un sindicalismo gestor de servicios sociales no tiene ninguna
utilidad. Los sindicatos capaces de enfrentar este sistema serán de
clase, combativos, horizontales e independentes del poder económico
y político. Como ya es la CNT.