Ayer pikete en la convención de Phonehouse, un gigantesco despliegue y despilfarro anual en el que se reúnen jefes de tienda, mandos intermedios, mandamases, operadores y fabricantes. Concursos, comida, discursos, mensajes positivos, premios, medallas. Coño, si hasta han contratado a Jesús Calleja. En definitiva, lavado de cerebro: cómo molamos.
Y todo gracias a tí, currillx, te necesitamos.
Gente de toda España acude a gastos pagados. Por la noche, una discoteca entera cerrada en exclusiva para lxs empleadxs. Ni podemos hacer una estimación del coste real de este evento, lo que sí aseguramos es que con ese dinero muchas de nuestras tiendas cerradas o traspasadas a franquicias seguirían abiertas, y lxs compxs despedidxs aún tendrían su puesto.
Repartimos cientos de panfletos, alrededor de 700, informando a lxs compañerxs sobre la situación del conflicto y sus derechos. Pese a la campaña de disuasión que la empresa llevó a cabo en previsión de nuestra presencia allí para que la gente no se contaminara con la verdad, tuvimos una gran aceptación, y hablamos con el presidente de esta empresa, fernando, quien se negó nuevamente a reunirse con nosotros como sección, en calidad de trabajadores de la empresa, y reiterándose en focalizar un problema que es colectivo, que nos afecta a todos, en una sola persona; y por supuesto obvió las referencias a los derechos y las demandas ya ganadas a nuestrx favor.
Después del pikete, las consultas y mensajes de apoyo a través de nuestras redes sociales se han incrementado exponencialmente.
Señor Presidente, ud. mismo nos ha tachado de «pesados». Esto no ha hecho más que empezar.
