Los anarcosindicalistas nunca hemos sido partidarios del uso de los tribunales para la solución de los conflictos. Sabemos que tanto el uso de intermediarios, el arbitraje y los jueces, no lleva más que a domesticar las luchas y desinflar la conflictividad.
Sabemos que quien hace la ley, hace la trampa. Aun así, como sindicato no nos queda otra que recurrir a esta institución, cuando el que tenemos delante es, en este caso, una universidad que se vanagloria de su importancia y su prestigio.