COLUMNISTAS | MONCHO ALPUENTE
Los anarquistas son como las chinches, viven agazapados en las
costuras de la sociedad, son prácticamenter invisibles hasta que un día, mejor
una noche, abandonan sus madrigueras y atacan a los indefensos humanos que están
a su alcance, saltan de los colchones y con sus picaduras soliviantan el
merecido descanso de los trabajadores.