Ya nada será igual. Este 1 de mayo ha sido diferente del resto; este 1 de mayo ha sido feminista, y a partir de ahora todos serán igual. Veníamos de una convocatoria de huelga feminista el 8M, un hito histórico, y la conocida sentencia de la Manada no ha hecho sino desnudar el patriarcado que sufrimos. Las mujeres estamos en pie de guerra y nada nos parará.
Pero cuidado.
Los días pasados hemos visto cómo representantes de distintos ámbitos han denunciado el sexismo hegemónico. No obstante, la transversalidad que se deduce de tantas voces es engañosa. ¿Alguien se cree que un juicio por agresión sexual sería el mismo si la víctima fuese la heredera de un banquero que la hija de una familia trabajadora?
No nos engañemos.
La Justicia no es obrera. Lo vemos continuamente cuando nos toca defender nuestros derechos laborales, viéndonos obligadas a buscar los huecos que presentan unas leyes que encarnan los intereses de nuestros explotadores. ¿Podemos, por tanto, confiar en los tribunales que las interpretan? ¿Podemos esperar igualdad de condiciones en una sociedad capitalista?
¿De qué nos sirven una Margaret Thatcher, una Angela Merkel o una Inés Arrimadas mostrando la sonrisa del patriarcado?
Solo nos queda seguir luchando por una justicia social y laboral.
Secretariado Permanente del Comité Confederal