[SEIS-Madrid] El voluntariado en el ámbito social

Los anarquistas y
los anarcosindicalistas siempre hemos creído en la voluntad nacida de la
formación y educación integral, de la potencial autonomía del individuo, de la
racionalidad, y en la disciplina dentro de la voluntad de construir, como
medios de funcionamiento y de acción, coordinándonos con otros individuos para
un mejor desempeño de nuestras acciones, hasta conseguir un fin determinado.
Nosotros aspiramos a construir una sociedad donde los individuos se asocien
social y económicamente al margen de la propiedad privada y el estado, mediante
el federalismo como estructura básica de funcionamiento. Al no existir la
propiedad en la producción, al ser abolidas las clases sociales, la única
aspiración que podría tener un individuo es cultural e intelectual.


 

El ser humano, como
ser social que es, siempre ha necesitado asociarse con otros seres humanos
según motivos e intereses de varias índoles. Es base de su naturaleza el
desarrollo de su intelecto mediante la educación y la interacción con sus
semejantes, por lo que el ser humano adquiere conciencia de sí mismo y ve
necesario asociarse, ya sea para compartir aficiones, por intereses culturales
o intelectuales, para ayudar a personas que más lo necesitan, para defender sus
intereses como trabajadores, o tristemente, como ocurre dentro de la sociedad
capitalista, para proteger la propiedad y sus privilegios frente a los
explotados.

 

Asociaciones de
vecinos, grupos de estudio, sociedades obreras, cuerpos de voluntariados de
diversas índoles…, son unos pocos ejemplos de cómo el ser humano necesita de la
asociación voluntaria para desarrollarse, compartir intereses de diversos
tipos, defenderse o auxiliar a otras personas más desfavorecidas. Es más,
dentro de un contexto de catástrofe de cualquier índole, cuando es más urgente
la aportación de ayuda, más personas están dispuestas a colaborar. Pero si la
asociación total y voluntaria, tanto en lo social, como en lo económico, no
impera actualmente, no es más que por las limitaciones, la represión, los
obstáculos, y el envilecimiento de la gran mayoría de personas, impotentes y
sometidas a aquellos que poseen la propiedad, poseen privilegios y ostentan la
autoridad y el poder. Es así pues, que nadie se plantea nunca que los servicios
públicos, siendo del interés colectivo, puedan funcionar al margen de la
regulación del estado y de la autoridad.

 

El voluntariado en el contexto social actual

 

El voluntariado se
entiende actualmente como un servicio amplio trascendiendo los límites del
trabajo asalariado y de las responsabilidades normales, convencidos de que la
actividad a realizar es útil para la humanidad y no para uno mismo. Este
trabajo va orientado a servir a la comunidad o al medio ambiente desde la libre
decisión.

La acción del
voluntario organizada es aquella que se desarrolla en una organización sin
ánimo de lucro o a través de programas municipales, autonómicos, estatales o
internacionales de manera altruista, interviniendo con personas y con la
realidad social, frente a situaciones de vulneración o privación de
oportunidades, para alcanzar una mejor calidad de vida y de cohesión social.
Debe cumplir tres condiciones:

 

  • Ser desinteresado: No buscar
    beneficio ni gratificación por su ayuda.
  • Ser intencionado: Buscar un cambio
    a mejor para otra persona con el consentimiento del usuario.
  • Estar justificado, respondiendo a
    satisfacer necesidades reales.

 

En un contexto
social de quiebra del sistema económico capitalista, con una sangría de más de
6.000.000 de personas en paro y bestiales recortes que están limitando la
actuación con personas más desfavorecidas, es donde muchísima gente está
acogiéndose a programas de voluntariado donde poder dar su tiempo y empeño en
proyectos sociales de diversa índole.

 

El estado, a partir
de la constitución monárquica y fascista de 1977, intenta vaciar de contenido
el asociacionismo y amoldarlo a la ideología ciudadanista (art. 9.2), dotada de
base propia y con la que se nos bombardea a través de años y años, tanto en los
colegios, como en los medios de comunicación, en discursos de toda índole, etc.
Esto tiene como consecuencia que los trabajadores dejemos de cuestionarnos la
propiedad privada, carezcamos de identidad y criterios como individuos, lo que
conlleva que seamos incapaces de poner en duda la lógica del estado y de las instituciones
sociales.

 

Es entonces donde
el fin actual de la práctica del voluntariado es paliar de alguna manera toda
la masacre social indiscriminada que provoca el capitalismo, y además suplir
puestos de trabajo de trabajadores de la intervención social. Es así como a
través de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento se está reforzando el
voluntariado en los servicios sociales, donde casi todas las partidas
presupuestarias han caído de manera alarmante:

 

  • Asignación para infancia y
    voluntariado baja de 38 a 35,1 millones
  • Asignación para igualdad de
    oportunidades cae de 24,8 a 14,4 millones
  • Asignación para mayores de 87,2 a
    79,6 millones
  • Cierre de 3 centros de mayores
  • Cierres de plazas en centros de día
    de 5.268 a 4.833
  • Baja la tramitación de Rentas
    Mínimas de Inserción de 9.000 a 5.000
  • Aumenta lo destinado a la gestión
    privada de la teleasistencia a 135.000 euros

 

Tanto es así, que
muchas ONG’s, fundaciones y asociaciones cubren proyectos financiados por
instituciones públicas con voluntariado o estudiantes en prácticas, los cuales
carecen de ningún tipo de garantía laboral y solo cuentan con el chantaje del
aprobado.

 

A la hora de ejercer el voluntariado en el ámbito social

 

Aún así, nosotros
nos seguimos reafirmando en lo expuesto al principio. Es fundamental para el
ser humano la asociación, la solidaridad entre iguales y la acción altruista.
Pero en el ámbito social hay que ser conscientes de dónde nos metemos y qué
estamos haciendo con nuestra acción voluntaria. Ya en 2012, a la alcaldesa de
Madrid, Ana Botella, no se le ocurrió otra cosa que empezar a suplir al
personal de las bibliotecas públicas por voluntarios. Aún siendo contrario a la
Ley de Voluntariado de la Comunidad de Madrid 3/1994 del 19 de Marzo, el
ayuntamiento pidió “implicación y colaboración”, llamando a la gente a
incumplir sus propias leyes.  

Ya es bien sabido
que esta señora, siendo alcaldesa de Madrid, no sabe absolutamente nada de lo
que gestiona, dejando ver claramente que su único objetivo es que ella, su
familia y sus amigos parasiten de las instituciones públicas sin aportar
absolutamente ningún instrumento ni fuerza de trabajo humana a la producción y
gestión.

 

Actualmente,
retirada la propuesta del voluntariado en las bibliotecas, se están implantando
en los servicios sociales de Madrid grupos de voluntariado y estudiantes en
prácticas, los cuales están desarrollando algunas labores propias de los
auxiliares de servicios sociales, los cuales ya son prácticamente inexistentes
en estos centros. Para ello, para que no se aprovechen de cualquiera de
nosotros a la hora de ejercer voluntariado en instituciones públicas o privadas,
debemos tener en cuenta una serie de regulaciones y de garantías:

 

  • Deben ser organizaciones
    legalmente constituidas con personalidad jurídica propia.
  • Hay que ser conscientes de que la
    mayor parte de asociaciones, fundaciones u ONG’s tienen ánimo de lucro, se
    aprovechan de la buena voluntad de los voluntarios, de la gente que trabaja
    gratis cuando está de prácticas, explotan y despiden a sus trabajadores de manera
    individual o a través de Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), como
    cualquier empresa. Tenemos muchos ejemplos, como Intermon-Oxfarm, Cruz Roja, Proyecto
    Hombre, Fundación Cauces o Rais.
  • Debe estar siempre encuadrada en
    un proyecto concreto, y como voluntarios debemos estar informados del proyecto
    y de los objetivos del mismo.
  • Nunca debe ser una actividad
    impuesta por nadie, ha de ser siempre de manera altruista y libremente elegida.
    Rechazar siempre cualquier chantaje emocional, coacción o cualquier principio
    que pueda llevar a una relación de autoridad-sometimiento por parte tanto de
    usuarios, como de quien coordine la actividad.
  • Nunca la actividad realizada debe
    sustituir a la que pudiera desempeñar un trabajador retribuido. Si esto se hace,
    debe ser denunciado de manera pública.
  • Estar asegurados mediante una
    póliza adecuada a las características y circunstancias de la actividad
    desarrollada, que cubra los riesgos de accidentes y enfermedad derivados
    directamente del ejercicio de la actividad voluntaria.
  • Acreditación de voluntario que le
    identifique como tal para el desarrollo de sus funciones.
  • Información precisa de todo lo
    relacionado con la actividad a desarrollar.
  • Se deben abonar los gastos
    derivados de la prestación del servicio (transporte, llamadas telefónicas, etc.)
    y dar los medios adecuados para la realización de las tareas.
  • Recibir formación para el
    desarrollo de su actividad.
  • Recibir siempre un certificado que
    acredite los servicios como voluntario y el reconocimiento de estos servicios.

 

 

CNT-AIT Intervención Social

Intervencionsocial@ensemad.cnt.es

www.ensemad.cnt.es

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