«Mis héroes son del mundo libertario»

José Luis G. Coronado, “El Coro”, no se ha vuelto complaciente con los años. Más bien piensa que hacen falta insultadores en la vida española, al menos como lo fue el escritor José María Vargas Vila, que incendiaba con su verbo cuanto fuera necesario. Este autor es uno de los muchos citados en la última novela del escritor de Cuéllar, “El rastro de la culebra”, editada por ExLibris.

Jenofonte | Periódico cnt

Inspirado el título en uno de los versículos del Libro de los Proverbios, en el que se a rma que se desconoce la huella de la culebra sobre la roca, el autor deja
entrever cierta desesperanza cuando asegura que nadie deja huella, sólo se van dejando las huellas de las camisas, de los cambios de ideas, pero al  nal la gente palma y se acaba la historia. En este libro hay cierto sinónimo de la vida como derrota, porque la gente muere, la vida es un tránsito, no hay premio, se vive, se padece y se acabó. No hay más. En la anterior novela, “Los frágiles días”, sin embargo, utilizo claves como la compasión, compartir con el otro, términos que la Iglesia Católica ha enajenado como nadie creyendo que eran suyos.

Frente a la historia de los vencedores

Cuando andamos saturados de literatura histórica cae en nuestras manos la quinta novela de González Coronado y nos sorprende sobremanera que en ella algunos de los protagonistas sean viejos conocidos del mundo libertario y cenetista. Antiguos compañeros que lo fueron del autor durante sus muchos años de militancia en los sindicatos anarcosindicalistas. En su casa se guardan los libros atesorados durante años, viejas revistas libertarias de las que fue promotor, como “Adarga”, al mismo tiempo que cuelga de sus paredes la llamada a la lucha en uno de los carteles históricos de la CNT durante los Primeros de Mayo. Aunque “El rastro de la culebra” no es un libro de historia, sí se podría utilizar como tal para hacer un recorrido por los últimos 70 años de la vida española. Historia a su manera, luego realmente para él la verdadera, ya que su razonamiento pone en el mismo plano a Sancho Panza que a Cervantes, a Otelo que a Shakespeare, a Ulises que a Homero. “La historia que yo cuento —dice— es subjetiva, como todas las historias. Tuñón de Lara, por ejemplo, cuenta su historia, como yo cuento la mía. Yo utilizo a mis héroes como otros utilizan a los suyos. Y los míos son del mundo libertario. Yo escribo mi historia desde mis vivencias, desde mis creencias; cuando una idea se convierte en libro, todo lo que ahí se dice es real, tan real como lo que pueda decir otro. En  este sentido, mi historia no se ajusta a ninguna historia real porque todas han sido escritas por vencedores, desde tiempos de Herodoto. Entre los personajes de  acción, hay tres nombres importantes de la vida real como fueron Paco San Gil, Matín Artajo y Melchor Rodríguez.

Del lado de la rebelión

No se ha despegado el autor de “Las Glebas” de todo lo que vivió en los años de militancia activa durante la dictadura y después durante los primeros años de democracia insatisfecha, en la que todo estaba en ciernes, incluida la CNT, que daba sus primeros actos de presencia, entre otros lugares, en los locales de la calle de la Libertad de Madrid. “El Coro” sigue siendo un libro abierto sobre los años en que paseó junto al movimiento libertario y su entrada en la CNT de Iberia y el Sindicato de Transportes de Madrid, a los que llegó de la mano de Ángel Espinosa, persona recurrente como personaje en varios de sus libros, incluido el último. Yo entré en la CNT—nos comenta— por un pacto de sangre con Espinosa, con quien compartía unas motivaciones profundamente éticas de la política. Habíamos bebido más en las fuentes de Camus que en las de Lenin. Nuestro acerbo ideológico estaba más del lado de la rebelión que el de la revolución.

Sus experiencias personales, las personas con las que intentó subvertir la realidad, y las ideas adquiridas durante años de lecturas, investigaciones y contrastes desarrollados en el inmenso aula de la calle, en la que no falta la intimidad de las discusiones de taberna, quedan plasmadas en la mayoría de sus libros, adquiriendo presencia especial el trasfondo libertario, como ocurrió también en “El envés de la Utopía”.

Libertarios y poetas

José Luis González Coronado ha tenido a lo largo de su vida coincidencias personales o creativas con el mundo literario, que en numerosas ocasiones lo ha llevado a la par con los personajes más entrañables que provienen del mundo libertario. Esto aparece de manera especial en “El rastro de la culebra”, su quinta novela, donde, junto a las peripecias e ideario de lucha y solidaridad de conocidos militantes anarquistas, aparecen referencias a la vida y obra de numerosos escritores y pensadores de todos los tiempos. El poeta Antonio Machado se erige en el trasfondo de esta última entrega como personaje principal; en la obra se desmenuza, a lo largo de 500 páginas, la historia sociopolítica de la rancia y oscura España desde la inmediata posguerra hasta los años 90 del siglo pasado, cuando están en plena efervescencia o en nacimiento incipiente muchos de los movimientos sociales que han marcado las últimas décadas, desde el ecologismo, al feminismo, la liberación sexual o, incluso, al movimiento homosexual, las manifestaciones multitudinarias del No a la  guerra o la recuperación de la Memoria Histórica. Hasta 600 personajes de la vida real que padecieron o disfrutaron los españoles aparecen en las páginas de este libro que se lee con absoluta naturalidad a pesar de la complejidad que añade una narración contada por numerosas voces, a veces irónicas, otras poéticas como la de uno de los personajes de  cción principales, el hijo de ferroviario y profesor de literatura Santiago Alba. Al poeta andaluz se le reivindica en esta novela como un gran escritor de ensayo y  lósofo más que como autor de reconocidos poemarios. Ataca el novelista sin piedad, además, a cuantos adulan la herencia del autor de “Soledades” o “Campos de Castilla” habiéndolo despreciado con saña en el pasado, incluso por cercanos a su propio ideario. Así, escritos como “Juan de Mairena” o “Los Complementarios” considera el autor que tienen plena vigencia y un valor incalculable a la hora de analizar la esencia de la sociedad y la cultura españolas.

El Rastro de la culebra

Autor: José Luis G. Coronado

Ilustraciones de Alfonso Rey

Ex Libris Ediciones, 2012

Precio: 25 €

http://www.exlibrisediciones.com

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